COCHABAMBA (BOLIVIA), 14 Ene. (EP/AP) -
Después de cuatro días de violentos disturbios que se han cobrado la vida de dos personas y han dejado más de un centenar de heridos, la ciudad de Cochabamba recobró este sábado poco a poco la normalidad.
Ubicado en el centro de Bolivia, el valle de Cochabamba ha sido escenario esta semana de batallas campales entre partidarios y opositores del presidente Evo Morales.
Aunque la tensión ha disminuido, campesinos y cocaleros armados con palos mantuvieron este mismo sábado un cerco a la gobernación para evitar que el prefecto Manfred Reyes Villa, a quien piden que dimita, alcanzase su despacho, mientras mediadores intentaban acercar a las partes.
Cerca del lugar, los campesinos todavía velaban el cadáver del cocalero Juan Ticacolque, muerto este jueves por un disparo cuando un grupo de campesinos se enfrentaron con jóvenes de clase media, en su mayoría seguidores del gobernador enfrentado al presidente Morales.
El estudiante Cristian Urresti, de 18 años, muerto por estrangulamiento durante el conflicto, fue enterrado este sábado.
Los labriegos anunciaron que levantarían los cortes de ruta, pero el tráfico hacia otras ciudades todavía no ha funcionado con normalidad el sábado.
La decisión de Reyes Villa de convocar un nuevo referéndum para que esa región decida si quiere un estatuto autonómico, detonó la protesta de los sindicatos oficialistas. Morales rechaza las autonomías, a las que califica de divisionistas.
Las autonomías han centrado las luchas políticas desde que el dirigente asumiese el poder hace casi un año. Morales había hecho campaña en contra en un referéndum celebrado en el mes de julio de 2006.
A pesar de ello, las autonomías departamentales lograron el 'sí' en cuatro regiones del oriente y sur, ahora convertidas en bastión de la oposición, mientras que en cinco, entre ellas Cochabamba, se impuso el 'no'.
Sindicatos progubernamentales anunciaron marchas en La Paz en contra del prefecto no oficialista José Luis Paredes por haber respaldado a Reyes Villa durante esta crisis.
En el oeste, organizaciones cívicas de Santa Cruz, abanderada de reivindicación autonomista, convocaron también a marchas la próxima semana en rechazo al gobierno y en apoyo al prefecto opositor cochabambino.
Mientras, Morales anunció el viernes que impulsará un proyecto de ley para convocar un referéndum revocatorio, que de aprobarse en el Congreso se aplicaría a alcaldes, prefectos y al propio mandatario. Esta iniciativa podría abrir otro frente en el polarizado debate entre el Gobierno y la oposición política y regional.
En medio de la polémica, el embajador de Cuba en Bolivia, Rafael Dausá denunció el sábado que opositores de Morales apedrearon la residencia de los médicos cubanos en Cochabamba durante los disturbios.
Más de 1.500 galenos cubanos trabajan en Bolivia y la cercanía de Morales con La Habana y al presidente venezolano Hugo Chávez es otro de los ingredientes de la disputa política.
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