Saturday, January 13, 2007

Raul Castro: Revelaciones del agente secreto Nikolai Leonov

Nikolai Leonov

ARTÍCULO DEL PERIODISTA

YURI PLUTENKO
Publicado en la REVISTA "ESTADO DE LA UNIÓN" (RUSIA-BELARÚS) EN DICIEMBRE 2006

Nikolai Leonov:

"Al Che Guevara le encontraron mi tarjeta de presentación. Sobre ello escribió toda la prensa mexicana".

Esto ocurrió hace cincuenta años temprano en la mañana. El 2 de diciembre de 1956, llegó a las costas de la provincia de Oriente de la Isla de Cuba el yate "Granma" y ochenta y dos jóvenes, vestidos con trajes de campaña, desembarcaron en la orilla. Muy pronto, sólo quedaron doce vivos. Después les llamaron "Barbudos". Así comenzó uno de los principales episodios de la legendaria Revolución Cubana. Antes fue el asalto al cuartel "Moncada", la cárcel, el destierro fuera del país. Por delante- la vida en campaña en la Sierra Maestra, la lucha y la victoria...

Este día se convirtió en la Fiesta Nacional de Cuba. Después de derrocada la dictadura de Batista, este día se comenzó a celebrar como el Día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, que en todos estos años ha encabezado uno de los participantes en aquellos hechos: Raúl Castro Ruz. Acerca de su amistad de muchos años con este legendario hombre, sobre episodios de la lucha revolucionaria en Cuba, nos cuenta Nikolai Leonov, Diputado a la Duma Estatal de Rusia, Doctor en Ciencias Históricas, Profesor del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO). Algunos hechos que expone Leonov eran desconocidos hasta ahora por ser calificados de secretos:



El 5 de mayo de 1953, en el puerto de Génova subimos juntos a bordo del crucero italiano "Andrea Gritti", pero entonces aún no nos conocíamos. En el barco se encontraba un grupo de estudiantes latinoamericanos, que participaron en la preparación del Festival de la Juventud. En las manos de uno de ellos vi el libro escrito por Makarenko "Poemas Pedagógicos" en español. Después resultó ser que el libro se lo había regalado un compañero mío. El mismo sirvió como pretexto para conocernos.

Raúl Castro se presentó el mismo, era estudiante de segundo año de la Facultad de Leyes de la Universidad de La Habana.

Navegamos más de un mes por el Atlántico de Génova al puerto mexicano de Veracruz. Estos fueros días inolvidables para mí. Raúl Castro fue el primer extranjero que yo conocí. Conversamos muchas horas, yo le conté sobre la Unión Soviética. Él a mí me contó muchas cosas sobre su hermano mayor, un conocido abogado habanero. Incluso, planificamos visitar a Fidel en la calle Tejadillo. Pero no me permitieron bajar a puerto, las relaciones diplomáticas de la URSS con Cuba estaban rotas. Durante nuestro viaje, Raúl me ayudó a resolver algunos problemas domésticos, en realidad era mi primer viaje al extranjero, era un diplomático joven e inexperto. Raúl me ayudó a conseguir las cosas que eran necesarias para el trópico y en Islas Canarias los muchachos me trajeron a bordo un gran racimo de plátanos de cincuenta kilogramos aproximadamente. Antes de ese momento, yo sólo había visto plátanos en fotos.

Saben, en el barco nos hicimos amigos de verdad. Yo enseñé a Raúl y a sus compañeros a jugar ajedrez. Jugábamos días enteros. Incluso por la noche, cuando en el barco todo estaba en calma, nuestras batallas ejedresísticas continuaban en la cubierta superior. Él me enseñó a jugar al tenis de mesa.

En esa época, también celebramos en el barco el cumpleaños de Raúl Castro. El 3 de junio de 1953, nuestro barco entró a la bahía de Willemstad, capital de Curazao. Ese día cumplía 22 años. Fuimos al mercado y compramos muchas frutas del trópico y preparamos una gran mesa festiva a bordo...

Después ocurrió un hecho divertido: Raúl llevaba una cámara fotográfica e hizo fotos durante el viaje. El rollo se reveló en un laboratorio del barco y llegando a la Habana yo le pedí a Raúl cortar del rollito todos los cuadros donde yo estaba.

Nos recomendaron no hacer cosas como esa de hacernos fotos, para evitar provocaciones.

Esto provocó asombro en Castro, incluso irritación. No entendía por qué debía hechar a perder su rollo. Pero yo insistí. Raúl cortó media docena de cuadros y me los entregó molesto.

En la Habana, el rollo fotográfico le fue confiscado a Raúl por la policía de Batista. Por ironías del destino, resultó que yo había salvado fotos históricas. Esos negativos fueron muy apreciados por mí, los escondí y conservé hasta que triunfó la Revolución Cubana.

Después de ese memorable viaje, llegué a México y comencé a trabajar como "practicante" en la embajada soviética. Cuan grande fue mi asombro, cuando mes y medio después escuché la noticia sobre el asalto al cuartel "Moncada". Sencillamente, estaba pasmado: entre los nombres de los principales participantes de aquellos hechos estaba el nombre de mi amigo Raúl. Nos despedimos en la Habana el 5 de junio y ya el 26 de julio estaba combatiendo con las armas en las manos contra Batista.

Yo seguía todas las noticias procedentes de Cuba, cada paso de Raúl y Fidel Castro. La pedí al Embajador atender Cuba, recopilar todos los materiales sobre Cuba para enviarlos a Moscú . Y quizás, esto se convirtió en la obra de mi vida, yo he seguido a Cuba por más de medio siglo.

Más tarde supe, que Raúl dirigió un destacamento especial durante el asalto al cuartel "Moncada". La misión de su grupo era ocupar el edificio del Tribunal y desde su techo apoyar con fuego el asalto. Raúl no esperó la señal sobre el inicio del asalto y cayó en una trampa. Con él sólo había varios combatientes cuando al edificio entró una patrulla norteamericana. Por los relatos de los testigos, supe que Raúl demostró en ese momento su heroísmo. Logró arrebatarle de las manos la pistola al oficial, desarmaron la patrulla y abandonaron el edificio. Nadie de su grupo murió ni cayó prisionero. Regresaron de Santiago y se escondieron. Por radio transmitieron que los cabecillas del asalto, Fidel y Raúl Castro, eran buscados por la policía. Y a los pocos días les arrestaron. Pasó la primera ola de crueles represiones. Junto con Fidel, él fue condenado a diez años de cárcel. Pero debido a la presión de la opinión pública los liberaron y deportaron a México.

Y en el verano de 1956, me encontré por casualidad con Raúl Castro en México. Fue muy emocionante...

En aquel entonces, después de tres años de nuestra despedida en el puerto de la Habana, conocí al Che Guevara en el apartamento de Raúl Castro en México. Fui el primer soviético que conoció al renombrado compañero "Che". Le prestó ayuda médica a Raúl y otros compañeros enfermos. Yo mantenía en secreto mis encuentros con los revolucionarios cubanos.

El Che Guevara me pidió le buscara unos libros en español. Esos libros eran "Chapaev" de Furmanov, "Un Hombre de Verdad" de Boris Polevói y "Así se templó el acero" de Nikolai Ostrovski. Los hallé en nuestra Embajada. Mantuve amistad con el Che Guevara hasta su viaje a Bolivia, donde murió. En agosto de 1956, la policía mexicana arrestó a mis amigos y al Che le encontraron mi tarjeta de presentación. Sobre este hecho escribió toda la prensa mexicana. Me enviaron para la URSS como una persona que "mantenía contactos no autorizados con extranjeros".

En los periódicos cubanos publicaron que Fidel y Raúl Castro habían muerto. Pero, más tarde, a comienzos de 1957, el periodista norteamericano Herbert Matthew los visitó en las montañas. Él publicó fotografías de Fidel y Raúl Castro que evidenciaban que en la Sierra Maestra existía un foco revolucionario. Esa noticia me alegró extraordinariamente: ¡estaban vivos!

Más tarde, Raúl Castro me contó, que a los pocos días después del desembarco en Alegría de Pío, el destacamento fue diezmado por las tropas de Batista. Esa fue su única derrota. Después, sólo ganaron.

Después del combate en Alegría de Pío, hasta el lugar designado en la Sierra Maestra sólo llegaron 12 combatientes de un total de 82. Al mismo tiempo, el grupo más grande, compuesto por cinco hombres armados, lo llevaba Raúl Castro.

Y cuando Herbert Matthew llegó hasta él, resultó ser que ellos habían organizado un truco propagandístico. En aquellos momentos, los revolucionarios sólo tenían una ametralladora y llevaron a Matthew por un camino sinuoso para que les diera tiempo a colocar esa ametralladora en varios lugares, dando la impresión de que lo llevaban por muchos puntos de control donde todos tenían ametralladoras. El efecto de ese estrategia militar fue muy fuerte.

Después, en su libro sobre Fidel Castro, Matthew escribió que, de todos los que estaban junto a Fidel, el que mayor impresión le causó fue Raúl, quien "merecía un libro aparte".

Durante la lucha en la Sierra Maestra, se pusieron de manifiesto las grandes capacidades de organización de Raúl Castro. Fue a él, precisamente, a quien Fidel le encomendó crear un segundo frente, que actuaría más al norte del lugar donde estaban ubicadas las principales bases guerrilleras del ejército de Fidel. Raúl construyó allí un aeródromo. Comenzó a realizar las primeras reformas sociales y agrarias. Llevó a cabo una lucha decisiva contra los bandidos, que bajo el aspecto de guerrilleros saqueaban a los campesinos, le robaban el ganado, violaban a las mujeres.

Los guerrilleros supieron que los aviones de Batista aterrizaban en el aeródromo de la Base Militar Norteamericana de Guantánamo, allí cargaban las bombas con las que bombardeaban las zonas guerrilleras. Los combatientes de Raúl apresaron a varias decenas de infantes de la marina norteamericana de esta base. Se desencadenó un gran escándalo: los guerrilleros, compuestos por estudiantes y campesinos, habían arrestado a experimentados soldados "supermanes", ¡y en grandes cantidades, un ómnibus completo! El Cónsul norteamericano fue rápido a entablar conversaciones. Raúl Castro puso una sola condición: que suspendieran su participación en la guerra apoyando a Batista y entonces los guerrilleros liberarían a los infantes de marina.

Y los EE.UU. suspendieron el suministro a los bombarderos de Batista.

Por aquel entonces, al campamento de Raúl Castro llegó también la dirigente de la clandestinidad Vilma Espín, que más tarde se convirtió en su esposa. Recientemente celebraron medio siglo de llevar juntos una vida feliz. En estos momentos, ella dirige la Federación de Mujeres Cubanas.

Se casaron después del triunfo de la Revolución. Tienen cuatro excelentes hijos: tres hijas: Deborah, Nilsa y Mariela y un hijo: Alejandro. Raúl Castro es un maravilloso padre y abuelo. Tiene ocho nietos.

En general, quiere mucho a los niños y ha hecho mucho para que en Cuba no haya infancia abandonada. Recuerdo, como sentó los muchachos en un ómnibus y los llevó a la playa Varadero. El propio Raúl se vistió con una camisa sencilla y un sombrero de pajilla. Nadie lo reconoció. Le pidió a los custodios en la playa: ¡"Déjennos pasar, llevo niños"! Y cuando lo dejaron pasar, se puso tan contento como los niños. Habló imitando a un campesino y los muchachos, entre los que estaban los hijos del Che Guevara, se rieron a carcajadas.

Cuando sus niños eran pequeños, Raúl los llevaba a la escuela caminando 6 y 7 cuadras sin escolta ni carro de seguridad. En estos momentos, todos esos niños son adultos. Una de sus hijas trabaja en Educación Preescolar. Otra es ingeniera en Economía Portuaria. La tercera trabaja en la Industria Alimenticia. El hijo Alejandro es oficial del Ministerio del Interior.

Después de la victoria de la Revolución en Cuba, Raúl Castro encabezó las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba. Durante la Crisis de Octubre de 1962, Fidel lo envió a la provincia de Oriente para el supuesto caso de una invasión de los norteamericanos.

Después de la Crisis de Octubre, especialistas militares soviéticos participaron activamente en la construcción del nuevo ejército cubano. En Cuba trabajó gran cantidad de asesores nuestros. En la esfera militar, nuestros países siempre tuvieron las mejores relaciones. Raúl Castro recorrió muchos países, estudiando la experiencia extranjera. Recopiló lo mejor que tenían otros ejércitos para "armarse". También estuvo muchas veces en la URSS. El año pasado estuvo en comisión de servicio en China, donde estudió la experiencia militar que tienen allí.

A inicios de 1980, comenzó la crisis en nuestra colaboración militar. Raúl Castro se encontraba en Moscú con una delegación militar. Lo invitaron al Comité Central a conversar con los miembros del Buró Político: Gromiko, Andropov, Ustinov. Para entonces, ya Brezhnev estaba enfermo.

Nuestros militares hicieron una declaración, que sumió a los cubanos en un shock: la URSS no lucharía por Cuba. Quitamos el escudo nuclear que siempre, como aliado, había defendido a Cuba de un posible ataque norteamericano desde los tiempos de la Crisis de Octubre de 1962. En ese entonces, esta información era completamente secreta . Es cierto que la URSS le propuso a Cuba la cantidad de armas, municiones y medios técnicos que necesitaban.

Ya en 1980, Fidel y Raúl elaboraban la teoría de la guerra del pueblo, basada en la doctrina militar de Cuba. Su esencia consiste en que, en caso de un ataque de los EE.UU., comenzarían una guerra guerrillera de todo el pueblo, en la que participará todo el pueblo cubano. Me parece, que algo parecido es lo que vemos hoy en Iraq.

En Cuba se crearon las Milicias Populares. Casi toda la población masculina en edad de ser llamados, recibió preparación militar. Se creó una infraestructura para llevar a cabo una guerra guerrillera total. Yo vi los refugios donde se ocultan los tanques blindados, la artillería. Esta concepción hace que, incluso hoy, los EE.UU. se contenga de cualquier intención de agresión.

Cuba vivió una difícil situación después de la destrucción de la URSS. Y claro está, Raúl Castro, junto a su hermano, tuvo que ocuparse tanto de los problemas económicos, como del Estado. En aquella época, Fidel Castro dijo que nos adaptaríamos a nuevas condiciones cuando el socialismo sufriera una derrota temporal y conserváramos las conquistas de la Revolución: educación y salud pública gratuita, etc. Raúl Castro comenzó a hacer reformas e introdujo algunos mecanismos de mercado en la economía de Cuba. En estos momentos, en la Habana hay cerca de cuarenta mercados donde se pueden comprar producciones agrícolas a precios libres. Se han liberado algunos sectores de la economía. Esto recuerda la simbiosis de la economía planificada y la economía de mercado de China.

Ya hace cuatro meses que Raúl Castro dirige el país debido a la enfermedad de su hermano. Celebró la Cumbre de Países No Alineados. La dirección del país es tan efectiva como al nivel de dirección de Fidel. Esto confirma la veracidad de aquellos que dicen, que ¡el sucesor de Fidel sólo puede ser Raúl Castro!

En más de una ocasión he tenido que jugar el papel de coordinador cuando ha sido necesario acordar posiciones entre Moscú y la Habana. Rememoraré un caso dramático sobre el que aún nadie conoce.

Sus lectores serán los primeros a quien les contaré acerca de ello.

En el verano de 1973, nuestro Ministerio de Defensa tomó la decisión secreta de suministrar medios técnicos militares a Chile. Eso fue poco antes de la muerte de Allende en septiembre de 1973. Yo fui enviado a la Habana para consultar con los compañeros cubanos. La misión era muy urgente: nuestros barcos ya se encontraban en el mar con las armas a bordo, a medio camino de Chile. La reacción de Fidel y Raúl Castro ante mi noticia fue extremadamente negativa. Me dijeron: "Los cañones y tanques de ustedes pueden ser utilizados mañana contra Salvador Allende. Ustedes no conocen la situación de Chile. Según nuestros datos, el ejército está conspirando con Pinochet".

En aquellos momentos, el servicio de inteligencia cubano en América Latina era, realmente, más fuerte que el nuestro. En el acto mandé la información al "centro". El Buró Político tomó la decisión de hacer regresar nuestros barcos con las armas. De esta manera, ni un solo cañón soviético cayó en poder de Pinochet. ¡Imaginen el daño que se hubiese provocado al prestigio de la URSS si le hubieran disparado a Allende con nuestras armas!

Informamos a Allende sobre la intentona golpista que se estaba preparando. Pero estaba predestinado a morir como un héroe.

Ahora otro episodio:

Cuando las tropas somalíes invadieron Etiopía, en el país no había fuerzas para rechazar la agresión. Nuestros generales propusieron buscar una salida mediante conversaciones. Los cubanos propusieron asestar un contragolpe. En aquel momento, allí había dislocada una división de tanques cubana. Triunfó el punto de vista cubano, varios cientos de tanques fueron lanzados hacia el flanco del ejército invasor.

Y los cubanos les organizaron a los somalíes un segundo Leningrado. Esto constituyó una derrota total. Es gracioso, pero el hecho es que los generales soviéticos, que se manifestaron en contra de ejecutar esa operación, más tarde fueron condecorados con una orden.

Muchos me preguntan: ¿en estos momentos, es posible una invasión norteamericana a Cuba?

Bush es impredecible. Pero en las condiciones actuales eso es poco probable. En estos 50 años, hubo momentos más favorables para invadir, pero no obstante, los norteamericanos no se decidieron. Hoy, su problema es con Iraq, Afganistán. Es así como los norteamericanos pierden sus posiciones, tanto en el mundo, como en América Latina.

Dirigir tropas a Cuba y empantanarse allí, no es la mejor perspectiva para los EE.UU. Mucho menos, cuando en América Latina: Venezuela, Bolivia, Chile, Ecuador, esto es catalogado, hablando con benevolencia, de una manera negativa. Daniel Ortega ganó en Nicaragua. En Panamá Martín Torrijos. En México, la mitad de los electores vota contra el candidato proamericano. Bajo la influencia de Cuba, América Latina ha cambiado radicalmente su aspecto político y social.

Quisiera comentar por separado sobre la Base de los EE.UU. en Guantánamo...

La lucha por eliminar la base aún se mantiene. En la práctica del derecho internacional, no hay documentos donde se permita dominar por siempre a un territorio extranjero. La retención de la Base es un acto de venganza contra Cuba. En estos momentos, se utiliza ilegalmente como cárcel. Según el acuerdo inicial, esa Base está destinada para abastecer de carbón a la flota norteamericana.

Sobre cárcel, ¡allí no hay escrita ni una sola palabra!..

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