Fidel Castro continúa grave por negarse a aceptar un ano artificial
En diálogo con Radio 10, el doctor Carlos Regazzoni comentó que es "común que un paciente opte" por cuál es el tratamiento clínico con el cual se sentirá mejor, aunque es difícil argumentar algo al respecto porque "en el caso de Castro uno nunca sabe bien la información real".
El propio dictador fue quien optó por eludir una ileostomía (apertura de un ano artificial en el abdomen) porque se negaba a la idea de tener que portar una bolsa para evacuar.
En consecuencia, la técnica a la que prefirió ser sometido falló y obligó a dos nuevas operaciones, sufriendo hemorragias intestinales y una severa infección (peritonitis) causada por la inflamación del intestino grueso.
"Las suturas cuando se hacen muy abajo tienen dificultades muy serias, entre ellas, el ano contranatura", manifestó Regazzoni que le quitó dramatismo ya que "hoy en día se sobrelleva muy bien".
El estado de salud de Castro entre el verano y la visita de García Sabrido, a finales de diciembre, alternó buenas y malas.
Antes de la visita del médico español, sus doctores debían drenarle por día medio litro de líquidos, con un grave riesgo de pérdida de nutrientes, lo que conllevó también a una importante pérdida de masa muscular, teniendo que recurrir a la alimentación por vía intravenosa, informó Infobae.com.
Desde entonces, no han trascendido novedades acerca del estado de Castro y Sabrido ha vuelto a recalcar que su paciente no sufre cáncer y que se "recupera" favorablemente.
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