DPA
22/01/2007 11:55
Madrid. Las fuerzas de seguridad españolas detectaron que ETA y su entorno han contactado con dirigentes de Bolivia en su búsqueda de un nuevo "santuario", ante el temor de que muera Fidel Castro y Cuba cambie su actitud ante la organización separatista armada vasca , publicó hoy el rotativo El Correo.
Según el periódico, se han producido contactos en el País Vasco, en el norte de España, entre miembros del Movimiento al Socialismo (MAS), del presidente boliviano, Evo Morales, y representantes de Batasuna , formación ilegalizada por la Justicia española y considerada por Madrid como brazo político de ETA.
El Correo señaló que el pasado verano, Batasuna invitó al presidente de la Asamblea boliviana, Edmundo Novillo, a participar en unos encuentros en el País Vasco. Novillo, "el principal avalista de la izquierda abertzale (independentista) en Bolivia", según el diario, no acudió, pero envió al diputado y líder sindicalista Feliciano Begamonte, quien se reunió con dos representantes de Batasuna.
En agosto, miembros de otra organización de la izquierda independentista vasca, Askapena, viajaron a la región boliviana de Cochabamba, donde se presentaron como miembros de una "delegación oficial vasca", detalló el rotativo.
El Correo recordó que España pidió a Cuba en 2003 la entrega del etarra José Ángel Urtiaga Martínez, petición a la que las autoridades de la isla no han contestado. Se sospecha también que en Cuba se encuentra el etarra Miguel Ángel Apalategi, Apala.
Las fuentes de la lucha antiterrorista citadas por el periódico señalan que "en Cuba existe una colonia establecida a partir de los activistas que fueron deportados en la década de los años 80. Posteriormente se han instalado en la isla nuevos miembros de la banda, aunque este hecho nunca ha sido reconocido por las autoridades del país".
En 2000, las fuerzas de seguridad de Francia se incautaron de una carta del entonces jefe de ETA, Mikel Albisu, Antza, dirigida a Castro y en la que le pedía una cita entre miembros del Partido Comunista de Cuba y una delegación etarra, si bien se desconoce si la carta llegó al líder cubano.
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