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03.12.07 @ 18:59:35. Archivado en Planeta Tierra
Pálido y visiblemente cabizbajo, el presidente Hugo Chávez admitió la derrota en el referendo sobre las reformas que pretendía impulsar. El 'no' obtuvo un 50,7% de los votos frente al 49.2% de quienes le apoyaron. Las particularidades del régimen venezolano incluyen esta derrota cuando la victoria se daba por supuesta. Y es que tres millones de votantes que lo apyaron hace unos meses, le han retirado la confianza por sorpresa.
'El presidente venezolano Hugo Chávez no es invencible. Su proyecto de perpetuación en el poder fue rechazado ayer en el referéndum para la reforma constitucional, que significó la primera derrota de su larga historia electoral y deja, un año después de su reelección, al chavismo herido y en pleno debate interno', escribe el corresponsal de El Universal, de México. 'Venezuela rechazó reforma constitucional de Chávez', dice El Comercio de Perú, 'Los venezolanos rechazaron la propuesta del presidente Chávez', titula el ecuatoriano El Comercio.
'No es ninguna derrota. Es otro por ahora', manifestó el presidente venezolano. Atribuye su primera derrota electoral a la alta abstención, que fue del 44,11%. Los cambios propuestos por Chávez afectaban a 69 de los 350 artículos de la Carta Magna. Tres millones de 'chavistas' dieron la espalda a la reforma constitucional del presidente.
Vestido con su simbólica camisa roja y forzando una sonrisa, el presidente dijo: "Agradezco a quienes apoyaron el camino que trazamos hacia el nuevo socialismo, pero igualmente a quienes votaron en contra. Han demostrado al mundo, y a sí mismos, que Venezuela es una democracia viva. Ahora con el corazón les pido que olviden los saltos al vacío (conspiraciones) y se unan a nosotros en la construcción de un país mejor".
El presidente confesó que le fue difícil reconocer ese resultado, cuando aún faltaba un porcentaje de actas por contabilizar: "Pensé por un momento que, dado el escaso margen de ventaja del adversario, podía darse un vuelco en nuestro favor. Pero luego decidí que sobre todas las consideraciones precede la unión de Venezuela y actué según lo dictaba esa conciencia", expresó el líder ante una audiencia que se puso de pie para aplaudirle.
"Para mí, ésta no ha sido una derrota, continuaremos en la vía al socialismo del siglo XXI, en base a la Constitución vigente, que la oposición ha terminado por adoptar como suya y me alegro que así sea". Por último, Chávez pidió a los partidarios del 'no' que "sepan administrar con sabiduría su victoria".
El presidente venezolano atribuyó a la "abstención" la derrota que sufrió su proyecto de reforma constitucional. El gobernante comparó los resultados del domingo con los que obtuvo hace un año en las elecciones presidenciales en las que derrotó holgadamente al candidato opositor Manuel Rosales. De acuerdo a cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE), la abstención en la consulta del domingo fue del 44,11%, frente a un 25,3% en diciembre de 2006.
Chávez recordó que mientras Rosales sacó hace un año unos 4,3 millones de votos, él logró la victoria con 7,3 millones. "Ellos han sacado ahora un poco más, hasta llegar a 4,5 millones, pero nosotros hemos tenido tres millones menos que hace un año", señalo el presidente. Chávez se mostró convencido de que esos tres millones "siguen apoyando la revolución", pero no fueron a votar y señaló que la responsabilidad de esa abstención había que buscarla en las propias filas.
LO QUE QUERÍA CONSEGUIR
La reforma rechazada permitía al presidente crear o suprimir regiones, declarar el estado de excepción y nombrar y destituir a las autoridades locales y regionales. Prohibía, igualmente, los monopolios y las posiciones de dominio en la economía, y "cualquier actividad (...) que vulnere los métodos y sistemas de producción social y colectiva" (art. 113). Desaparecía la autonomía del Banco Central, se reducía la jornada laboral a seis horas y se reforzaba la posición de las Fuerzas Armadas en la sociedad civil.
El Estado, con esta reforma, se reservaba la explotación directa o indirecta de todos los recursos naturales estratégicos, empezando por los hidrocarburos, prohibía los latifundios y la privatización total o parcial de PDVSA (la empresa nacional de petróleos), y elevaba la llamada "propiedad social, aquella que pertenece al pueblo en su conjunto y a las futuras generaciones", a un rango igual o superior al de la propiedad privada.
Los tres poderes clásicos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) se habrían debilitado frente a un Poder Popular nuevo, siguiendo el modelo cubano, de difícil concreción, "que no nace del sufragio ni de elección alguna, sino de la condición de los grupos humanos organizados como base de la población" (art. 136) y el Poder Judicial quedaba completamente supeditado a los otros tres.
El nuevo artículo 299, hoy rechazado, establecía que "el régimen socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela se fundamenta en los principios socialistas, antiimperialistas, humanistas". En política exterior, el nuevo artículo 152 habría obligado a la República a orientarse hacia "la configuración de un mundo pluripolar, libre de hegemonía de cualquier centro de poder imperialista, colonialista o neocolonialista" (art. 152).
Chávez había pedido el 'sí' en el referendo porque "me quedan cinco años del periodo presidencial, 2007-2013, y en ese tiempo no vamos a terminar los cambios revolucionarios, por lo que, si ustedes quieren, estaré en el timón hasta 2020, no sé cuánto, para terminar la redondez del círculo". Para cerrar ese círculo y acumular un poder casi absoluto, sometió a la aprobación de los ciudadanos la reforma de 69 de los 350 artículos de la Constitución vigente de 1999. Aparte de la reelección indefinida del presidente, la reforma habría convertido legalmente a Venezuela en un Estado Socialista y a las comunas y comunidades en su "núcleo territorial básico e indivisible" (art. 16).
CRÓNICA DE LA SORPRESA
El presidente pronunció su discurso poco después de que los líderes de la oposición amenazaran con irrumpir en la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), exigiendo que la presidenta del organismo, Tibisay Lucena, reconociera un resultado que andaba en boca de todos y que incluso había sido reconocido por el 'comando Zamora', responsable de la campaña por el 'sí'. El corresponsal de El Mundo cuenta los últimos acontecimientos:
Los opositores ya forcejeaban con los militares que custodiaban el recinto, cuando Lucena les convocó para dar lectura al boletín. Era el descenlace de un jornada preñada de malos augurios. Poco después de inciar el proceso, los observadores españoles se percataron de que en el mismo colegio donde el presidente ejerció su voto faltaban testigos de mesa. Aquella fue sólo una muestra de la infinidad de irregularidades que detectaron, en su recorrido por la ciudad.
El eurodiputado Luis Herrero subrayó que en base a su testimonio y al de sus compañeros no se puede hablar de fraude, pero sí indicó que el proceso no se asemeja al ejemplo de cultura cívica del cual presumía el presidente venezolano. "Para comenzar, el Consejo Nacional Electoral (CNE) nos entregó unas cédulas que nos acreditaban como observadores del 'no'", señaló Herrero.
"Les explicamos a esos funcionarios que nuestro mandato es de absoluta neutralidad y que con esas credenciales no sólo nos tachaban de parciales sino que ponían en riesgo nuestra seguridad", expresó el observador. Superado el inconveniente y dotados de las acreditaciones correctas, los españoles observaron que el autocar en que viajaban era seguido por un grupo de motoristas. En determinado momento, los observadores detuvieron el vehículo y pidieron a sus seguidores que se identificaran. "No se dignaron a hacerlo, pero tampoco hacía falta ya que la filiación de estos grupos es de sobra conocida. Nos llamó la atención que no llevaran matrículas en sus motos", dijo Herrero.
En efecto, los comandos bolivarianos u otros grupos afectos al régimen circulan en motos sin placas y es común que sigan la pista a quienes consideran del bando de "la oligarquía". La noche de la víspera, una banda similar a la que describe Herrero rodeó la residencia del director del diario 'El Nacional', donde se había reunido un grupo de observadores de distintos países. Aquellos que seguían al equipo español sólo desistieron cuando éstos pidieron ayuda a un contingente militar.
"En uno de los colegios comprobamos que la mesa había empezado a funcionar sin la presencia de un testigo de la oposición. En otro, donde faltaban los vocales del oficialismo, detectamos que algunos partidarios del 'sí' (partidarios de la reforma) se acercaban a votar 'escoltados' por otra persona. Quizás se tratase de un familiar... o tal vez no".
Otra particularidad que despertó la sospecha de los españoles fue la lentitud con que se desarrollaba el proceso en ciertos distritos identificados como bastiones de la oposición –como el barrio residencial de Altamira-, donde la gente tuvo que esperar entre tres y cuatro horas para cumplir con su deber cívico. "No hubo un solo lugar, de los que visitamos, en que se pudiera decir que las cosas marcharan como se debe. Si se suman todas las incidencias que enumeraba, se obtiene un resultado que deja bastante que desear", concluyó Luis Herrero.
Poco después de conversar con el eurodiputado español, un miembro de la comunidad judía de Caracas llamó al enviado de El Mundo para contarle que en horas de la noche un contingente militar allanó la sede del club social Hebraica, en busca de armamentos. "¿Qué razón tendrían para buscar armas aquí justamente? Esto huele a intimidación", dijo el informante.
A las cuatro y media de la madrugada, los caraqueños se despertaron al son de un trompetazo. Aún incrédulos, recordaron que Hugo Chávez había advertido que muy temprano los llamaría a votar con un toque de diana, igual que cuando él era recluta en un regimiento de artillería. Acatando las instrucciones del jefe supremo, los comandos bolivarianos recorrieron la ciudad, atronando las calles con aquel sonoro llamado. Poco después, la gente empezaba a formar colas para emitir su aprobación o rechazo a las reformas que impulsa Chávez.
El presidente acudió a su sede votación vestido de rojo y con el mejor de los ánimos. Le acompañaba una de sus hijas y dos de sus nietos. El caudillo presionó el pulgar en la "placa caza-huellas", un novedoso método de votación que Chávez considera "a prueba de plagios", y luego acercó a uno de los bebés para que pusiera el dedito en la lámina. "Desde muy pequeños deben aprender las reglas de la democracia. Y con mayor razón en Venezuela, el país que ha batido todos los record de votación, como se exige en un sistema participativo", expresó el jefe de Estado.
Aunque la ley electoral que él mismo ratificara prohíbe cualquier manifestación de proselitismo, Chávez no se privó de hacer declaraciones. "Aprovecho este momento para manifestar mi plena satisfacción por la manera en que avanza este proceso. A mis oídos no han llegado quejas y ¡ojo!, que mi gente está observando la votación bajo microscopio", dijo el gobernante.
"A los observadores y a los periodistas extranjeros que nos dignan con su presencia quiero hacerles una aclaración: en este país los debates son muy calientes, como el sol del Caribe. Pero las reglas del juego se respetan, como se van a respetar esta noche, cuando se haya anunciado el triunfo de los que estamos construyendo la nueva patria: la Venezuela del siglo XXI", redondeó el líder, antes de abandonar el recinto con un niño en cada brazo.
En varios centros de elección, la milicia tuvo que intervenir para evitar que los forcejeos y los insultos, entre los partidarios de las dos opciones que están en juego, pasaran a mayores. En el municipio de Baruta y en el barrio de Sabana Grande, los adversarios se arrojaron piedras y botellas en sendas grescas que terminaron con heridos y daños a la propiedad.
Uno de los incidentes tuvo como protagonista a la diputada Iris Varela y sus escoltas. La parlamentaria, conocida como la 'Juana de Arco' del régimen, visitó varios colegios acompañada de un séquito de motoristas ataviados con las camisetas rojas del Sí, pese a las restricciones que impone la ley. En uno de los centros, ubicado en el barrio residencial de Palos Grandes, Varela intentó abrirse hacia las mesas de votación, con el argumento de que había recibido denuncias de fraude. La diputada fue recibida con insultos y la Guardia Urbana arrestó a dos individuos que la jalaron de los cabellos.
A mitad de la jornada, el ministro de Defensa, Gustavo Rangel Briceño, compareció ante las cámaras para llamar a los ciudadanos a "mantener la calma; no responder a provocaciones y a no formar aglomeraciones en los locales donde se votaba". Con voz cansada, el general dijo: "Aspiro a que esta noche pueda impartir la orden de levantar el acuartelamiento para que los soldados puedan tomarse el descanso que se merecen. También aspiro a que esta noche y en los días venideros, los venezolanos sigan conviviendo como hermanos".
QUÉ PASARÁ AHORA
Para el analista Felipe Sahagún, con la victoria del no en el referéndum consultivo sobre la reforma constitucional del domingo, Hugo Chávez sufre la primera derrota electoral de su carrera, nace una nueva oposición y se abre una nueva etapa de incertidumbre en Venezuela.
Chávez prometió respetar los resultados pero tiene todavía cinco años por delante en la presidencia y la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional para seguir adelante con su revolución bolivariana y su proyecto de "socialismo del siglo XXI". "La propuesta sigue viva, no está muerta", declaro Chávez. "No se pudo por ahora, pero lo mantengo. Les digo a los trabajadores venezolanos, a los hombres y mujeres, aun a los que no votaron por la reforma, que la propuesta social aquí contenida, que es la más avanzada de este planeta, la seguiremos trabajando. Haremos el esfuerzo más grande para, en consulta en mesas de trabajo, seguir debatiendo los temas para lograr la máxima inclusión social, la igualdad social".
'Sin contenido cuando lo proclamó por primera vez en enero de 2005, el proyecto de reforma, de haber sido aprobado, habría permitido la reelección indefinida de Chávez y habría consolidado su régimen –una mezcla difusa del modelo castrista, del populismo peronista y del nacionalismo antiestadounidense latinoamericano- como una semidictadura con casi todo el poder concentrado en la presidencia', opina Sahagún.
Tras conocer los resultados, el ex ministro de Defensa Raúl Isaías Baduel, que hizo campaña activa a favor del 'no', advirtió que Chávez podría intentar imponer los cambios propuestos por vías ilegales, con las leyes habilitantes, y pidió a los ciudadanos que estén vigilantes para hacer frente a ese riesgo. "Es una gran lección y un comienzo, que no se debe capitalizar a favor de un bando ni de otro", añadió. "Dios y la historia nos están dando la oportunidad de ver que todos somos iguales y debemos respetarnos".
Baduel, los universitarios dirigidos por un nieto de vascos llamado Yon Goicoechea, la Iglesia Católica y la ex esposa de Chávez, Marisabel Rodríguez, abanderaron las movilizaciones contra la reforma constitucional y son, hoy, los principales ganadores. Baduel, hasta junio brazo derecho de Chávez, se ha convertido, con su apuesta firme contra la reforma constitucional, en el nuevo hombre fuerte de la oposición si decide rentabilizar su influencia. "Prohibido quedarse dormido", declaró Goicoechea al conocer el éxito de sus esfuerzos. "Hay que decidir el futuro del país". Desaparecido durante la campaña, Manuel Rosales, gobernador de Zulia, hizo un llamamiento, tras conocer los resultados, a favor del diálogo, del reencuentro y de la armonía.
Para Luis Miquilena, ex ministro del Interior de Chávez, se trataba de "un fraude constitucional" en toda regla. El juez Vicente Díaz, miembro del Consejo Electoral Nacional, reconoció que, dada la radicalidad de la reforma, hubiera sido necesario convocar una Asamblea Constituyente. Manuel Rosales, adversario de Chávez en las presidenciales de 2006, no dudó en calificar los cambios de "golpe constitucional".
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