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El Bolson Web
26/11/2007
Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba controla el acceso a Internet.
Penitenciaria de Guanajay, Cuba: Es domingo en la cárcel cubana de Guanajay, situada a 45 kilómetros al oeste de La Habana. En el destacamento #3 un olor penetrante invade el entorno. Es hora de almuerzo y una larga fila de reos espera su turno, mientras en uno de los recipientes se observa un ejército de moscas que intenta penetrar en el interior para deleitarse del aroma nauseabundo de un picadillo muy cerca del estado de descomposición.
"¡Qué peste!", comenta en voz alta un recluso de los llamados benéficos (sin respaldo filial), mientras ingiere desesperado aquella mezcla de arroz, sopa y el mencionado picadillo, causante horas más tarde de un brote diarreico que obligó a las autoridades carcelarias a tomar urgentes medidas para evitar la deshidratación de decenas de prisioneros, víctimas de constantes atentados directos contra la salud del ser humano.
Desnutrición en las cárceles cubanas: Prisioneros políticos. Delgadez extrema (desnutrición grave, marasmo) de un hombre joven muerto.
Dice un cubano, que vive en Cuba: “Causan risa los comentarios que hacen los medios de radiodifusión nacionales sobre supuestos maltratos a prisioneros en la base naval estadounidense de Guantánamo, mientras en las cárceles de la Isla los reos reciben un tratamiento que dista bastante de las internacionalmente reconocidas reglas mínimas de alimentación al recluso.
Al menos, por lo visto en espacios televisivos noticiosos, los terroristas recluidos en el enclave militar norteamericano tienen asegurada una dieta alimenticia nada parecida a la que se ofrece en las prisiones castristas, pues se puede observar a estos fanáticos del terror disfrutar de relucientes manzanas californianas, y el recluso cubano es privado constantemente del consumo de frutas y vegetales frescos, alimentos de factura nacional reservados al turista extranjero, previo uso de la siempre anhelada `moneda del enemigo´".
Cada 15 días el prisionero en Cuba recibe una mísera ración de pollo, a la que las autoridades se han empeñado en llamar "comida especial", y que bien lejos está de ser suficiente y adecuada.
Como dice el gobierno de la Isla cada año, cuando es sentado en el banquillo de los acusados en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, debido a la violación constante de estos derechos.
El resto de los días, el preso cubano es alimentado a base de sancochos confeccionados con vísceras molidas de animales insospechados, arroz, sopas incoloras e insípidas, abundante harina de maíz o pastas de sémola sin la menor calidad.
Muchos reclusos de la penitenciaría de Guanajay padecen cuadros de desnutrición severa, y algunos son víctima de enfermedades que atacan directamente el sistema inmunológico, como la neumonía y la tuberculosis.
“Así nos sub-alimentan”, relata el cubano. “Quienes se proclaman paradigmas en la defensa de los derechos de sus ciudadanos, y que no hacen otra cosa que escudarse tras falsos conceptos de justicia y dignidad.
El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, instó a la Cruz Roja Internacional y a la prensa mundial a visitar la base naval de Guantánamo, y allí "constatar" las supuestas violaciones de los derechos humanos de los casi 600 terroristas presos.
Ojala el gobernante cubano imite a su homólogo norteño y permita la visita a la Isla del relator especial del alto comisionado de las Naciones Unidas para los derechos humanos.
Sabia decisión, si se tiene en cuenta aquel proverbio popular: "El que nada debe nada teme".
[Diario de El Bolson BW]
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