La Razon
Fax press - Madrid.-
El Gobierno pedirá aclaraciones al embajador de Venezuela en España, Alfredo Toro, sobre el significado de las palabras del presidente Hugo Chávez, que el domingo anunció que «congela» las relaciones con España hasta que el Rey «no se disculpe» por el incidente de la última Cumbre Iberoamericana.
Así lo indicó la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, quien se mostró convencida de que «las declaraciones de Chávez no añaden nada nuevo a la situación que se produjo durante la cumbre de Santiago» y aseguró que hasta el momento «no hay ningún tipo de consecuencia ni alteración en las relaciones».
«No obstante, he llamado al embajador de Venezuela y vamos a tener una reunión esta tarde para conocer exactamente cuál es el alcance de esa declaración que desde el punto de vista del Gobierno español no añade nada nuevo» , dijo a la prensa antes de participar en la presentación de un informe de la OCDE sobre América Latina.
Jiménez insistió en que las relaciones diplomáticas «siguen funcionando, las relaciones económicas también y no hay ningún elemento que nos haga pensar que se altere la situación».
En su opinión, las palabras de Chávez hay que entenderlas en un «contexto más amplio» cuando se refería a las relaciones con Colombia y «hace un añadido comparativo con las relaciones con España».
Después de Chávez anunciara la revisión de los contratos de las empresas españolas presentes en su país parece que hubo unos días en los que la tensión declarativa se calmó pero el último pronunciamiento del venezolano echa más leña al fuego al hablar de «congelación» de relaciones, un término que no está en el argot diplomático pero que es muy gráfico.
El único país que «congeló» las relaciones con España (y toda Europa) fue Cuba en 2003 después de la rotunda condena que generó el encarcelamiento de 75 disidentes y la ejecución de tres personas acusadas de secuestro. Esa «congelación», anunciada por el líder Fidel Castro, conllevó que el ahora convaleciente dirigente cubano llegara a rechazar la ayuda humanitaria procedente de Europa. La «descongelación» de las relaciones fue uno de los objetivos del Gobierno español desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó al poder y se concretó en el nuevo enfoque de relaciones con Cuba liderado por España y que la UE tiende a seguir.
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