El «Granma», otra de las grandes mentiras de Fidel
El mítico desembarco fue una chapuza que costó la vida a 60 hombres
A. Semprún
http://www.larazon.es/noticias/noti_int31851.htm
El yate fue exhibido ayer en pleno centro de La Habana durante el desfile de conmemoración del 50 aniversario de su llegada a la isla
Castro y Camilo Cienfuegos, tras llegar al poder en 1959
Madrid- «Hay que escribir la historia, porque tú, Fidel, te vas a hacer viejo, vas a contar muchas mentiras, y no estará aquí Camilo para decirte que vas mal». En efecto, Camilo Cienfuegos, el auténtico héroe de la revolución cubana, de la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista, el guerrillero hermoso, admirado por las mujeres, que creía en una patria libre, dejó este mundo envuelto en el misterio. Desapareció en un accidente aéreo el 28 de octubre de 1959, apenas nueve meses después del triunfo, y nunca se encontró su cadáver. El periodista Carlos Franqui, otro de los compañeros de Fidel Castro que intuyeron que Cuba iba a cambiar un tirano inepto y condescendiente -Batista-, por otro, pero astuto e inmisericorde, como Fidel Castro, tiene esa profecía de Cienfuegos -«vas a contar muchas mentiras»- grabada a fuego. Franqui cree que la muerte de Cienfuegos fue, en realidad, un asesinato. Y cree, asimismo, saber por qué: «Dado que Fidel Castro pensaba en una revolución comunista, sabía que no iba a tener problemas con su hermano Raúl o con el Che Guevara, pero sí con Camilo, que era un hombre libre y muy popular, mucho más querido por el pueblo que él».
Conviene explicar un poco el caso. Estamos en octubre de 1959 y en Santiago de Cuba, Huber Matos, comandante rebelde de la primera hora y uno de los artífices principales de la victoria, redacta su carta de dimisión. Simplemente, no quiere mancillarse con la traición que se avecina. Fidel Castro monta en cólera y envía a Camilo Cienfuegos con la orden de destituir a Matos y reducir la «rebelión militar». Cienfuegos llega a Santiago, habla con Matos y comprende que no hay rebelión, sólo el deseo de un valiente y honrado cubano de no participar en el engaño. Porque él había luchado, como Camilo, por la libertad, por un país en el que el pueblo, convertido en cuerpo electoral, contara en las decisiones. Camilo habla con Castro y aborda una Cessna-310, bimotor, con destino a La Habana. Detrás de él, despega un caza «Fury». Nunca se halló el avión. Huber Matos, víctima de una campaña de difamación con el sello estalinista, pasa de héroe a traidor y permanecerá los siguientes 20 años en la cárcel. Cuando se le liberó, ya anciano, dijo que lo único que no entendía fue que le hubieran torturado. «No era necesario. Fue un sufrimiento gratuito. Fidel ya había acabado conmigo. Para qué tanto dolor inútil».
Ayer, 2 de diciembre, se celebró el 50 aniversario de una de esas mentiras de Fidel Castro; la de la fábula del desembarco del yate «Granma», que según la hagiografía del régimen supuso el principio del fin de la dictadura de Batista. Pero Fidel Castro estuvo ausente en la conmemoración de uno de sus grandes montajes propagandísticos. No puede «afrontar el colosal encuentro», su salud no parece dar más de sí.
La chapuza
Lo del «Granma» fue una chapuza infame, como la del asalto al cuartel de Moncada un par de años antes. Amnistiados, los supervivientes del cuartel y algunos nuevos reclutas se refugiaron en México. Allí reunieron armas, compraron el buque y planificaron la invasión de la isla. El desembarco debía ser coordinado con un movimiento insurreccional en Santiago, dirigido por el maestro Frank País. La fecha: el 30 de noviembre de 1956. Frank País cumplió su parte. Tomó el centro de la ciudad a costa de sólo tres muertos y se hizo con el armamento de la Policía y de una unidad del Ejército. Pero los compañeros de México no aparecían por ninguna parte. Así que País se replegó en buen orden, conservando el armamento, en espera de tiempos mejores.
Mientras tanto, a bordo del yate «Granma», Fidel Castro, su hermano Raúl y el Che, perdido el rumbo, sufrían los embates de las olas y del mareo. Habían partido del río Tuxpan, en Veracruz, el 25 de noviembre. Su despiste les fue, en cierto modo, providencial. Trufados de espías, Batista conocía la fecha de salida y las características del barco y había enviado a la aviación a buscarles. Pero la corriente los llevó hacia las islas Caimán. El 2 de diciembre, al amanecer, consiguieron tocar tierra en una punta de mangle, a dos kilómetros de la playa Las Coloradas, que era su verdadero destino. El bote auxiliar, sobrecargado, zozobró con buena parte de las armas y las provisiones. Ochenta y dos hombres, agotados por el mareo, sin equipo, emprendieron la marcha a través del manglar. Llegaron a tierra seca, abordaron a un campesino, y éste les señaló el camino hacia la sierra. Aunque parezca increíble, el «Granma» se quedó varado en el punto de desembarco. Fidel se excusó alegando que no tenían combustible para que regresara a México. No se le ocurrió que bastaba con hacerle navegar unas horas a la deriva para ocultar el punto de desembarco... Y la aviación de Batista descubrió el buque. A partir de ahí, todo fue sencillo: el reconocimiento aéreo los localizó y fueron cercados: de los 82 hombres, sólo sobrevivieron 22, entre ellos, claro está, los jefes. «Desde entonces, cuenta Huber Matos, cuando Fidel Castro escuchaba el ruido de un avión, entraba en pánico y se escondía en el agujero más hondo que encontraba».
La guerrilla sobrevivió gracias al movimiento revolucionario extendido por Santiago, Matanzas y La Habana, el «movimiento ciudadano», que durante meses envió refuerzos y abastecimientos a Fidel y los suyos. Pero estos héroes de la Revolución, como Frank País o José Antonio Echeverría, quien asaltó el palacio Presidencial, no serán homenajeados. No iban en el «Granma» y, además, qué narices, ya estaban muertos cuando Fidel tomó el poder
1 comment:
FIDEL CASTRO ESTA MUERTO
http://fcubafidelcastro.blogspot.com/
ES INUTIL QUE LO OCULTEN EL GOBIERNO FACISTA DE CUBA.
POR EL MOMENTO LOS CUBANOS DE FLORIDA ESTAN ACEITANDO LAS LANCHAS, AVIONES PARA INVADIR EN MASA DE UN MOMENTO A OTRO LA PLAYAS CUBANAS.
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