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El Parlamento cubano critica la economía de la isla sin Fidel
Los diputados no descartan que Castro se comunique con ellos por teléfono
A pesar de ofrecer la cifra de crecimiento más elevada de la historia de la revolución, un 12,5 por ciento, las autoridades cubanas han hecho un análisis crítico de la marcha de la economía y la capacidad productiva del país.
Sin abandonar la referencia al embargo económico estadounidense, a los efectos del periodo especial declarado tras la caída de la Unión Soviética, y a la, a su juicio, mejor situación del país con relación a la región, los responsables de las cuentas informaron a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) de los defectos que arrastra la economía cubana.
Falta de productividad y de conciencia del ahorro, despilfarro y descontrol, problemas en el transporte y en la gestión del sector alimentario y la indisciplina laboral fueron algunos de los errores expuestos ante los diputados. "Estos resultados son insuficientes para lograr la satisfacción de las necesidades del pueblo y asegurar el desarrollo", indicó el ministro de Economía y Planificación, José Luis Rodríguez, tras anunciar que el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de este año será superior en 0,7 puntos al 11,8 por ciento de 2005.
Esa cifra es resultado de un cálculo que pondera valores de, entre otros, los servicios de salud, educación y deportivo, y que no reconocen algunos organismos internacionales.
Rodríguez defendió el rigor de las cuentas y aseguró que, incluso de acuerdo a mediciones convencionales, el PIB ascendió un 9,5 por ciento, pero no vaciló al señalar que el déficit de recursos que inevitablemente se debe afrontar con financiación externa tiene límites. Agregó además que "no se logra aún" la conciencia de que se ha de ahorrar energía y hay que aumentar "la productividad del trabajo". "No es admisible alentar la expectativa de que la solución a nuestras dificultades y carencias sólo le corresponde al Estado", dijo.
El ministro y vicepresidente se quejó de que no se dedica "el tiempo indispensable a la preparación de inversiones" y que éstas se inician "sin proyectos adecuados, sin presupuesto o sin cumplir las regulaciones establecidas para su ejecución". También reconoció el "alto nivel de dependencia externa del consumo de alimentos", al señalar que se debe "desarrollar aceleradamente un programa de sustitución de importaciones (...), incrementando las producciones agrícolas e industriales de alimentos".
No le fue a la zaga el presidente de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento, Osvaldo Martínez, que afirmó que ese sector tiene que "eliminar los factores negativos en su gestión y elevar su productividad". "El Ministerio de Economía señala también otras deficiencias evidentes en el uso y control del combustible para el transporte de carga y pasajeros, la insuficiente conciencia en el ahorro de combustible y el insatisfactorio estado de la planificación, preparación y ejecución de algunas inversiones", dijo.
Martínez no pasó por alto el problema de la indisciplina laboral, "el ambiente ideal para la improductividad, la corrupción y el despilfarro", dijo, al considerar que es "de vital importancia" el "proceso de rescate" que deben desarrollar en 2007 las administraciones, sindicatos, revolucionarios y patriotas.
El diputado se refirió a la aplicación de dos nuevas normas en materia de horario y disciplina en el ámbito laboral, cuya entrada en vigor está prevista para abril.La ministra de Finanzas y Precios, Georgina Barreiro, también hizo una alegato en defensa de la racionalidad en el uso de los recursos, al afirmar que "lo más importante no es cuánto crecemos en la asignación de recursos, sino cómo los usamos". "Debemos combatir con más fuerza los nocivos hábitos del despilfarro y el descontrol", dijo.
Un sillón vacío
La ausencia de Fidel Castro ha marcado la segunda y última reunión del año del Parlamento cuba no, en la que se anunció un crecimiento récord de la economía en 2006, si bien se consideró insuficiente para lograr "la satisfacción de las necesidades del pueblo".
La silla que normalmente ocupa Fidel Castro en la tribuna presidencial permaneció vacía durante la sesión; a su lado se situó Raúl Castro, presidente interino de Cuba desde hace cinco meses, mientras su hermano se recupera de una enfermedad declarada "secreto de Estado".
En los pasillos, pocos diputados se prestaban a hablar sobre la evolución del jefe de la revolución , aunque algunos no descartaban la posibilidad de que Fidel se comunique telefónicamente con el recinto antes de la clausura de la sesión, prevista para esta noche.
Ni Fidel Castro Díaz Balart, el primogénito del líder cubano, ni Ramón Castro, su hermano mayor, quisieron dar detalles sobre el estado del comandante.
Algún dirigente del Partido Comunista de Cuba como Fernando Remírez Estenoz, responsable de Relaciones Internacionales y miembro del Comité Central, fue un poco más explícito y apuntó que Fidel Castro "volverá" a sus funciones "en el futuro" y que su ausencia física se compensa con la "presencia de sus ideas y sus pensamientos".
Durante la primera parte de la sesión, la única a la que ha tenido acceso la prensa extranjera, Raúl Castro, que ya actuó como maestro de ceremonias en el Parlamento en 2002 por una indisposición del líder cubano, escuchó en silencio las intervenciones de los ministros del área económica.
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