Esta es la dicotomia que aun padecen los intelectuales de la entelequia marxista. Un hombre culto, timado por el comunismo y el existencialismo, incapaz de reconocer aun su fracaso ideologico, llega a conclusiones tan absurda como decir que el Che, un asesino sabido, fue un personaje equivocado. Lo peor del contenido de esa frase no es la indefinicion, sino el contexto en que lo utiliza. Para el escritor fue un error que el Che se sintiera contento con que la dictadura militar diera el golpe de estado en Brasil y por eso el Che era un "equivocado." Una dictadura militar que "instauró la tortura y el asesinato", asi describe el autor a esas dictaduras, sin embargo no lo hace con el Che, que torturo y asesino. Es que aunque lo sepan no pueden decirlo ya que ello conllevaria a mirarse en sus espejos, donde el unico reflejo seria la gigantesca pila de huesos de los crimenes del socialismo marxista real y teorico que aun prescriben. Lo llevan dentro como un HIV oculto en sus sistemas de auto-defensa.
Juan Cuellar
JORGE EDWARDS: ´El Che era un personaje equivocado´
LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS
CANARIAS
Jorge Edwards (Santiago de Chile, 1931), escritor y ex diplomático, protagoniza el II Foro Vargas Llosa que organiza el Cabildo grancanario. Edwards mantuvo ayer un encuentro con los clubes de lectura de la Biblioteca Insular y hoy a las 12.00 horas disertará sobre literatura latinoamericana en la Facultad de Filología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
MARIANO DE SANTA ANA / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. —Esos dos paradigmas de la literatura latinoamericana que son el realismo mágico y el boom, ¿pesan como una losa para los escritores posteriores?
— No necesariamente. Quizá pesaron en un momento pero ya no, no necesariamente. El realismo mágico es una estética que uno puede seguir o no. Yo en los años del boom no fui un realista mágico. Creo que la experiencia de un escritor chileno no lo lleva a uno a ese tipo de literatura. Leía otras cosas, leí mucho por ejemplo al Joyce juvenil, al que escribió Los dublineses, porque me parecía que ese tipo de cuentos podía entenderse desde la perspectiva de un santiaguino.
—Algo que si caracteriza al escritor latinoamericano es su aspiración a la consagración europea.
— Si, y la otra cosa que yo diría que caracteriza al escritor latinoaméricano es que mientras que el escritor europeo es, en general, muy fiel a su tradición literaria -es difícil que un francés lea algo que no sea literatura francesa o que un inglés lea algo que no sea literatura inglesa- nosotros, como tenemos una literatura más joven tendemos a buscar nuestro alimento en todo: en la China, en el mundo árabe como en las Mil y una noches, en Islandia como Borges, etcétera. A veces pienso que uno hombre como Pérez Galdós, que nace aquí, a mitad de camino entre España y América, tiene una actitud abierta frente a la cultura que no es española y por eso hace esa visita tan reveladora a la casa de Shakespeare y traduce a Dickens cuando es muy joven.
—¿Le pesa a usted su libro Persona non grata, en el sentido de que siempre se le pregunta por él, 35 años después de haberlo escrito?
— Convencer a la prensa y a los lectores que no soy el autor de un sólo libro me ha costado (risas).
—¿Se siente usted identificado con otros autores de izquierda, como Albert Camus, que denunciaron los regímenes estalinistas?
— Evidentemente sí. De chico fui sartreano, leí Qué es la literatura y otros ensayos de Sartre. Pero después me pasé a la línea de Camus. Tuve un amigo escritor, que murió joven, que era un fanático de Camus. Cuando partí a Europa por primera vez me dijo tienes que ir a poner flores en mi nombre a la tumba de Camus. Luego descubrí que la tumba estaba a quinientos kilómetros de París, que no era tan fácil. Cambié sobre todo respecto a la experiencia del socialismo real, el socialismo no teórico sino tal y como se aplica realmente, que implica mucho control del pensamiento y muchas dificultades económicas. Vi que muchos de estos personajes, habiendo pasado por la izquierda marxista, la criticaban.
—También Gide.
— Gide, hizo su famoso viaje a la URSS y escribió su Regreso de la URSS. Ese libro influyó mucho en mí, me convenció que este tipo de testimonio, en mi caso sobre la Cuba castrista, había que escribirlo y publicarlo. Porque yo dudaba frente a los primeros borradores de Persona non grata, pensaba que no se iba a poder publicar, pero hubo ciertos casos que me convencieron. Uno fue Regreso de la URSS.
—¿Qué piensa de la figura del Che Guevara, objeto de revisión crítica estos días?
— Todas las figuras deben ser revisadas con sentido crítico. Yo tengo una experiencia personal que es la siguiente: Yo estaba en la Conferencia de Economía y Desarrollo en Naciones Unidas, en Ginebra en abril, mayo de 1964. El presidente de la delegación cubana en esa conferencia era el Che Guevara. Lo vi más de una vez, comí con él y con el cónsul cubano en un restaurante. Luego estuvo en una cena en la embajada chilena, así que lo traté varias veces. Y en esos días se produjo la caída de la democracia brasileña y la primera dictadura militar de la serie de dictaduras militares de América Latina. Mucha gente se acercó al Che Guevara para preguntarle que qué opinaba, entre ellos yo, y el Che Guevara decía: “Esto es mejor para nosotros porque en Brasil había una democracia mediocre, corrompida y ahora las cosas van a quedar claras. El pueblo va a estar con nosotros, con la revolución, la dictadura va a quedar desenmascarada y a la larga vamos a triunfar”. Es como decir estamos mejor porque estamos peor, si estamos peor es porque después vamos a estar mejor. Yo encontré cuando él lo dijo que aquello era un error y, de hecho, las dictaduras latinoamericanas militares que siguieron a ésa fueron todas peores para esos países. Marcaron un retroceso en la cultura, en la educación, se instauró la tortura y el asesinato. El Che Guevara era un personaje equivocado.
LA PROVINCIA-DIARIO DE LAS PALMAS
CANARIAS
Jorge Edwards (Santiago de Chile, 1931), escritor y ex diplomático, protagoniza el II Foro Vargas Llosa que organiza el Cabildo grancanario. Edwards mantuvo ayer un encuentro con los clubes de lectura de la Biblioteca Insular y hoy a las 12.00 horas disertará sobre literatura latinoamericana en la Facultad de Filología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
MARIANO DE SANTA ANA / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. —Esos dos paradigmas de la literatura latinoamericana que son el realismo mágico y el boom, ¿pesan como una losa para los escritores posteriores?
— No necesariamente. Quizá pesaron en un momento pero ya no, no necesariamente. El realismo mágico es una estética que uno puede seguir o no. Yo en los años del boom no fui un realista mágico. Creo que la experiencia de un escritor chileno no lo lleva a uno a ese tipo de literatura. Leía otras cosas, leí mucho por ejemplo al Joyce juvenil, al que escribió Los dublineses, porque me parecía que ese tipo de cuentos podía entenderse desde la perspectiva de un santiaguino.
—Algo que si caracteriza al escritor latinoamericano es su aspiración a la consagración europea.
— Si, y la otra cosa que yo diría que caracteriza al escritor latinoaméricano es que mientras que el escritor europeo es, en general, muy fiel a su tradición literaria -es difícil que un francés lea algo que no sea literatura francesa o que un inglés lea algo que no sea literatura inglesa- nosotros, como tenemos una literatura más joven tendemos a buscar nuestro alimento en todo: en la China, en el mundo árabe como en las Mil y una noches, en Islandia como Borges, etcétera. A veces pienso que uno hombre como Pérez Galdós, que nace aquí, a mitad de camino entre España y América, tiene una actitud abierta frente a la cultura que no es española y por eso hace esa visita tan reveladora a la casa de Shakespeare y traduce a Dickens cuando es muy joven.
—¿Le pesa a usted su libro Persona non grata, en el sentido de que siempre se le pregunta por él, 35 años después de haberlo escrito?
— Convencer a la prensa y a los lectores que no soy el autor de un sólo libro me ha costado (risas).
—¿Se siente usted identificado con otros autores de izquierda, como Albert Camus, que denunciaron los regímenes estalinistas?
— Evidentemente sí. De chico fui sartreano, leí Qué es la literatura y otros ensayos de Sartre. Pero después me pasé a la línea de Camus. Tuve un amigo escritor, que murió joven, que era un fanático de Camus. Cuando partí a Europa por primera vez me dijo tienes que ir a poner flores en mi nombre a la tumba de Camus. Luego descubrí que la tumba estaba a quinientos kilómetros de París, que no era tan fácil. Cambié sobre todo respecto a la experiencia del socialismo real, el socialismo no teórico sino tal y como se aplica realmente, que implica mucho control del pensamiento y muchas dificultades económicas. Vi que muchos de estos personajes, habiendo pasado por la izquierda marxista, la criticaban.
—También Gide.
— Gide, hizo su famoso viaje a la URSS y escribió su Regreso de la URSS. Ese libro influyó mucho en mí, me convenció que este tipo de testimonio, en mi caso sobre la Cuba castrista, había que escribirlo y publicarlo. Porque yo dudaba frente a los primeros borradores de Persona non grata, pensaba que no se iba a poder publicar, pero hubo ciertos casos que me convencieron. Uno fue Regreso de la URSS.
—¿Qué piensa de la figura del Che Guevara, objeto de revisión crítica estos días?
— Todas las figuras deben ser revisadas con sentido crítico. Yo tengo una experiencia personal que es la siguiente: Yo estaba en la Conferencia de Economía y Desarrollo en Naciones Unidas, en Ginebra en abril, mayo de 1964. El presidente de la delegación cubana en esa conferencia era el Che Guevara. Lo vi más de una vez, comí con él y con el cónsul cubano en un restaurante. Luego estuvo en una cena en la embajada chilena, así que lo traté varias veces. Y en esos días se produjo la caída de la democracia brasileña y la primera dictadura militar de la serie de dictaduras militares de América Latina. Mucha gente se acercó al Che Guevara para preguntarle que qué opinaba, entre ellos yo, y el Che Guevara decía: “Esto es mejor para nosotros porque en Brasil había una democracia mediocre, corrompida y ahora las cosas van a quedar claras. El pueblo va a estar con nosotros, con la revolución, la dictadura va a quedar desenmascarada y a la larga vamos a triunfar”. Es como decir estamos mejor porque estamos peor, si estamos peor es porque después vamos a estar mejor. Yo encontré cuando él lo dijo que aquello era un error y, de hecho, las dictaduras latinoamericanas militares que siguieron a ésa fueron todas peores para esos países. Marcaron un retroceso en la cultura, en la educación, se instauró la tortura y el asesinato. El Che Guevara era un personaje equivocado.
No comments:
Post a Comment