Invertir en Cuba, una apuesta segura
El Cuba Study Group realiza un viaje por Europa para conseguir inversiones en la isla y debatir la transición - Son disidentes cubanos, pero aseguran que no son políticos sino empresarios
Esther S. Sieteiglesias Madrid- La enfermedad de Fidel Castro ha conseguido que en la isla ya se empiece a hablar de algo olvidado durante 50 años: libertad. Tras la transición no sólo se aspira a conseguir que los cubanos tengan todas las libertades recogidas en los Derechos Humanos sino también que puedan emprender una actividad económica. Algo tan común como montar una empresa, en Cuba está prohibido. Pero según los analistas políticos, y tras el periodo de transición, esto será posible. En el Cuba Study Group ya han empezado a calentar motores. Su plan es conseguir que se comience por la microeconomía para después generar un beneficio. Este grupo de exiliados cubanos, lo dice claramente: «No somos políticos, somos empresarios». Se han abierto camino en países democráticos ocupando altos cargos en empresas multinacionales. Están muy bien relacionados y convencidos de que su propuesta funcionará. «El microcrédito le va a dar al pueblo cubano un empuje para establecer una actividad económica productiva, se creará riqueza y empleo», asegura Carlos Saladrigas, codirector del «Cuba Study Group». Desde Estados Unidos Saladrigas lleva mucho tiempo viviendo en Miami pero asegura que ahora aconseja a los cubanos que quieren emigrar que se queden dentro de la isla: «El futuro está dentro, no fuera». Además no importa desde dónde se empiece el rompecabezas, el caso es que al final estén todas las piezas. No se han reunido con ningún gobernante cubano, pero lo están haciendo: «Se meten diariamente en nuestra página web. Nosotros presentamos las ideas y que Cuba opte por implementarlas». Sin embargo, en Europa sí están buscando inversores. Quieren conseguir un fondo empresarial de 100 millones de dólares. Llevan desde el domingo en Madrid, vendiendo su política multilateral hacia Cuba. «No vamos a dar nombres, pero nos estamos reuniendo con bancos y empresarios españoles muy importantes, e incluso con la oposición», comenta Saladrigas. Hoy parten hacia Roma, pasarán por Ginebra, Luxemburgo, Oslo, Estocolmo, Finlandia, Helsinki y Vilna. En este último lugar, la capital de Lituania, tienen mucho que compartir. Los países Bálticos ya vivieron una transición de un régimen comunista a uno democrático. «La apertura económica es un pilar muy importante, por ello es tan necesario el capital extranjero». Según Saladrigas, «Raúl Castro no tiene el carisma que tenía Fidel, no le gusta tanto el conflicto con EE UU, y los logros de la revolución, como la educación o la sanidad, ya están en deterioro». A la espera de que el régimen cubano lo permita, este grupo ya está buscando los microcréditos para sus «hermanos».
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