SILVIO: EL MAGNATE ROJO

Manuel Prieres

SILVIO: EL MAGNATE ROJO.

Por Manuel Prieres

villagranadillo@bellsouth.net

• Un temporal día cualquiera en los dominios de la Plaza de la Revolución…Fidel conversaba con Silvio.
  

__Oyeme, chico. Te voy a dar una licencia para sacarte de tus responsabilidades del Comité Central y de la Asamblea Popular para que te vayas metiendo en ese mundillo del business capitalista del Arte y el Espectáculo, y que ahora te está hacienda carantoñas. Métetele en sus e ntrañas. Infíltrate en sus ambientes, de forma tal, que parezca que te han ganado para su lado; compite en su territorio, túmbale todos los dólares que puedas…

__Comandante: ¿Y en ese jueguito, puedo dármelas de Quince Jones o Emilio Estefan a lo Unicornio?

__Claro. Chico. Sueltas todas tus fantasias reprimidas con el “revuelto y brutal”. ¡Hazte millonario! Pero, eso sí, guárdame siempre lealtad y obediencia a pesar de las poses y máscaras a que tengas que echar manos por allá ¿OKA?

***

En un tiempo irreverente y desaliñado. Con tenis made in USA sin calcetines. Trovador de canciones veladamente contestatarias que por ello cosechaba a legiones de admiradores y seguidores que “se la jugaban” por asistir a sus polémicas presentaciones de entonces; el mismo que vestía y calzaba:

Silvio Rodriguez.

El decurrir del tiempo vendrá a demostrar que su “aguaje” contestatario juvenil sólo obedecía a una estratagema bien elaborada para destacarse y después poner precio a su talento y virtuosismo. La zorra aunque pierda la cola, no por ello abandona sus costumbres.

Silvio Rodríguez:

Firmante de las condena a prisión de 75 disidentes
y tres jóvenes negros al paredón

Any Way. Pero volvamos al presente; volvamos al Silvio no cantautor –aunque ese siempre haya sido su uniforme de brega-; volvamos al funcionario castro-comunista a quien un día el Departamento de Estado le otorga una visa para que cante en Puerto Rico. Al bajarse del avión que lo traía de Cuba venía vistiendo a lo “ejecutivo aventajado” con traje a la medida, espejuelos caros y calzado al último grito de la moda; pero cuando tuvo que subirse horas después a la tarima del estadio Hiram Bithorn lo hizo en pantalones de “pitusa”, botas de picar caña y cursilería militante. Exacto. El mismo redomado sicario oficial de siempre.

Pero, cuidado, no nos engañemos. Silvio Rodríguez es una importante pieza dentro de la gran “movida de reciclaje” que se viene gestando por Montescos y Capuletos para la cada vez más evidente evolución del castro-comunismo( Reciclaje). En este sentido, ¿qué pudieran tener en común el general Julio Casas Regueiros, el intocable y amanerado Alfredo Guevara y el asambleísta Silvio Rodríguez? Pues los futuros magnates rojos –ricos e influyentes- de la Cuba cínica y mano de obra barata prácticante existencialista por décadas.

En tan sonado Show dado en Puerto Rico por Andy y Silvio (al que después se les unirá Dany) no ha sido más que otro eslabón a la larga cadena de intentos para que finalmente caiga la Plaza Exiliada de cubanos de Miami.

Una bien calculada estratagema de los Ramiro’s Boys en Miami que ya controlan la mediática miamense.

Ramiro’s Boys encomendados a que “¡Por fin! Capitule ese reducto ideológico-moral-sentimental de víctimas del Politicidio Rojo from Havana hecho fuerte en el sur de la Florida. Ellos , con todo su profesionalismo policíaco y maldad contrainteligente, concientes que el día que la víctima acepte que su victimario venga a entretenerle, ése sera el final lacerado y humillante de una actitud, de una conducta, de un recuerdo.