"Borrón y cuenta nueva": un concepto inmoral.

Rev. Miguel Angel Tudela

Hay palabras y frases que dividen y ofenden, aunque muchas veces se
dicen sin esa intención.
El ejercicio de la prudencia tiene que primar en los comunicadores
públicos, en los lideres politicos, en las celebridades, y
especialmente en aquellos que, de alguna forma, tienen cierto grado de
responsabilidad en la lucha por la libertad de Cuba y su regreso a un
regimen democrático donde las normativas sean el imperio de la ley, el
derecho y la justicia.

La frase "borrón y cuenta nueva" y las palabras "perdón",
"reconciliación," son muy peligrosas, imprudentes y exacervantes,
pero sobre todo innecesarias, por que inevitablemente chocan con el
reclamo de las propiedades robadas a sus legitimos dueños, el repudio
de la la enorme deuda exterior contraida ilegalmente por la dictadura,
el esclarecimiento de los miles de muertos y desaparecidos bajo la
tirania,y la extincion del mal desde sus raices mediante la
ilegalizacion del partido comunista y la prohibicion a sus miembros
a que formen parte de gobierno alguno, o intervenir en la educación y
en la prensa nacional.

La ignorancia, la demagogia o la irresponsaabilidad son generalmente
las fuentes de esos conceptos que, pretendiendo ser apaciguadores,
resultan incendiarios y anticipatorios a la futura realidad del pais.

El concepto de "borrón y cuenta nueva" es un concepto inmoral en
cualquier circunstancia y por leve que sea la ofensa cometida, ya que
predica la legitimizacion de la impunidad e invita a la continuación
de la barbarie.

El anuncio anticipado del perdón es otra inmoralidad que envalentona
al victimario y desmoraliza a la victima llevándolo a la desesperanza
y al abandono por que ve a sus supuestos "defensores " como
complices de los culpables al garantizarles a los grandes
responsables que no seran juzgados.
La reconciliación debe ser el resultado inherente de la justicia. Si
existe esta última, estará asegurada la primera.

La restitución de sus derechos a los legitimos dueños de las
propiedades confiscadas y el rechazo de la deuda externa contraida
bajo la dictadura son conceptos bien definidos en un estado de
derecho y su tratamiento se basará en el imperio de ley y al interes
social llegado el momento, por lo que su solución final no debe
anticiparse.

Si alguien tiene que responder a la justicia en el futuro y como
resultado de ello tiene que ser castigado con la carcel, o morir
ahorcado o fusilado, lo seria despues de pasar ante legitimos
tribunales de justicia, con todas las garantias procesales de un
estado civilizado y respetuoso de la ley y del derecho.

Habrá oportunidad para la confesión y el arrepentimiento publicos
para aquellos a los que se les imputen crimenes y abusos cometidos
contra sus conciudadanos para que puedan descargar sus sucias
conciencias y tal vez aminorar sus condenas.

Con la misericordia de Dios, las buenas obras y el paso del tiempo
podremos curar las heridas infligidas a la nación cubana.