MIAMI, SEP 10 DEL 2009.
9.15 PM
Por Jorge Lopez
Con una amplia sonrisa, elegantemente vestido y luciendo una modernísima corbata blanca-roja de seda china, llego a la anunciada cita el presidente. Le acompañaron todo el gobierno y su inseparable Primera Dama, igualmente muy bien maquillada, exhibiendo un bello modelo (muy a tono con la importancia del evento) color rosa viejo. Todos los detalles fueron cuidadosamente estudiados porque se estaba jugando una carta que podría determinar el futuro del gobernante y porque no, el de su muy marxista programa:
TENÍA QUE CONVENCER A LA NACION AMERICANA.
SU PLAN DE SALUD DEBIA SER VENDIDO Y BIEN PAGADO POR NOSOTROS, EL PUEBLO.
Luego del clásico desfile de pasarela por los pasillos que conducen a la tribuna y las muy expresivas muestras de apoyo de oportunistas, guatacas y adulones, entre sonrisas y apretones de mano, llego nuestro hombre al podio siendo saludado por la Sra. Pelosi y el Vice, que ya se encontraban esperándole, luego de una presentación formal y la consiguiente ovación de los demócratas, comenzó Obama su oratoria la cual era ansiosamente esperada por todos; posiblemente a mas de uno de los presentes se les agito el pulso y alguna señora tuvo un orgasmo repentino ante tan subyúgante personaje.
ENTONCES.
Rápidamente lanzo la primera andanada y dijo más o menos esto; “cuando asumimos el gobierno el país estaba sumergido en una terrible crisis solo comparable a la gran depresión de los años treinta, se perdían setecientos mil empleos mensualmente…. Bla-bla- bla, pero rápidamente hemos cambiado la situación pudiendo afirmar que ya hemos comenzado el camino de la recuperación… bla-bla-bla, (aplausos descontrolados provenientes todos del ala demócrata del congreso), mas emociones y pataleos histéricos dignos de un grupo tan selecto.
Inmediatamente después de esta estocada cruel y falsa, ya que el paro se encuentra en el 9.7% y la economía del ciudadano común retrocede rápidamente, muchas veces sin dinero el bolsillo ni para tomar un café, el presidente cambio su mascara de economista destacado y se puso la de reformador del sistema de salud, algo maltrecha por los golpes recibidos en estos últimos meses.
Cuando todos esperábamos ver con claridad como se presentarían los elementos necesarios para hacer posible el ambicioso proyecto, nada claro salio de su oratoria, a mi modesto entender, solo escuche un montón de reiteraciones, que no dejan lugar dudas.
EL PROGRAMA DE SALUD PUBLICA DIRIGIDO POR EL GOBIERNO VA HACIA DELANTE. Al menos eso se creen.
Algunos cambios cosméticos, algunas pequeñas concesiones a los conservadores y una firme idea; la de convertir al estado en el proveedor del programa medico para los ciudadanos, al principio para un pequeño grupo y como la hiedra se extiende por los muros húmedos, se ira expendiendo poco a poco, este programa, aplastando a sus competidores privados hasta convertirse en algunos años en el absoluto proveedor de medicinas, medicos, enfermeros, hospitales y mas, en toda la nación.
Luego de terminado el discurso que fue muy bien interpretado por el primer actor de la “Caza Blanca” y escuchar mas aplausos y un desmentido un poco insultante e inusual por parte de un descontrolado miembro del congresos, finalizo su interpretación y una vez mas, sonrisas, apretones de mano, besos y mucha guataquería, se despidió el discúrsate y nos dejo a todos con la misma papa caliente en la mano.
Concluyendo, fue una noche muy parecida a otras a las cuales nos vamos acostumbrado con el Sr. Obama, muy presidencial, con muy poca sustancia para el ajiaco que se esta cocinando.
Como dijera un cubanazo de Hialeah cuando termino de oír la monserga;
“Oye Juan, cucha lo que dijo el negrito. – que dijo acere?- no dijo na, de na…. Consorte, yo sigo jodido sin pincha, sin astilla y este me va a soplal un seguro medico que, cono… no lo puedo pagal”.
- este presidente esta jodio del coco, nos quiere joder mas….
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