Por Jorge Lopez
El presidente Obama y sus muchachos de Washington se han tomado en serio la consigna del "CAMBIO". Esta simple palabra pago muy buenos dividendos al entonces candidato cuando la mayoría de jóvenes y otros no tan jóvenes, (republicanos, demócratas e independientes) vieron en el carismático senador a un reformista que llevaría al país nuevamente a la época dorada de gran esplendor de la cual nos estábamos alejando, especialmente desde que en los últimos meses el gobierno de Bush y la crisis económica aterrorizaba a todos en la nación, con perdidas de empleos, crisis financiera, guerras interminables y un montón mas de problemas, muchos de ellos ampliamente exagerados por la prensa liberal enemiga acérrima del nada bien articulado presidente .
El tiempo corre velozmente y seis meses después, casi siete de la llegada al trono del Zar Obama, se observa con claridad cuales eran los diferentes significados que el actual presidente daba a su archí famosa palabra:
CAMBIO.
Ante todo debemos estudiar el significado del mencionado vocablo, empezaremos por la definición que la Real Academia de la Lengua Española nos brinda que es la siguiente:
(Suelto, veleidad, eventualidad, vuelta, modificación, mudanza, variación, transformación, permuta, cambalache, alteración, mutación, trueque, muda, versatilidad, variabilidad, monedas, metamorfosis, calderilla, canje, fugacidad, mutabilidad).
A todas luces el amplio significado de ya famoso “cambio” es extenso y se puede interpretar de muchas y variadas formas, nada mejor que esta simple palabra para encajar en la gama social y política de los hasta hoy no muy conocidos designios del más alto empleado de la nación.
He aquí el primer cambalache.
En los albores de su presidencia el inefable Obama corrió al congreso solicito y obtuvo una ley (nada clara) para sacarnos de la monumental crisis heredada y con ella entre otras cosas crear tres millones de nuevos empleos, en aquellos días el índice de parados estaba alrededor del 6%, pero con la llegada de los 750 mil millones se crearían los necesarios trabajos, se construirían carreteras y se desarrollarían rápidamente las fuentes de energía limpias que pondrían en marcha la maltrecha economía, también a la mediana y pequeña industria se dotaría de las ayudas necesarias y a los propietarios de viviendas en apuro se les facilitaría la refinanciación de su hipoteca, definitivamente multitud de planes pondrían en movimiento la gran rueda económica del país para brindar a todos un futuro casi paradisíaco y esto gracias al gran economista, al maestro, al hechicero Obama que con su verbo encanta a todos por igual.
Hoy podemos observar como solamente el 4% de ese dinero se ha puesto en función, el resto permanece bien guardado esperando mejores momentos, posiblemente en espera de la creación de movimientos populares que necesiten ser bien financiados por el compañerito presidente para la implementación de su cambio, variación o transformación hacia el socialismo del siglo XXl.
Mientras el desempleo sube como un volcán en erupción hasta el 10% y de las carreteras y de la energía limpia nada se ve en el horizonte, pero los cambios, continúan rápidamente, son podríamos decir que ideas en trueque, metamorfosis que se agitan confundiendo al pueblo demagógicamente para persuadir a todos sin que nos percatemos donde nos llevan.
Cada día con mas claridad el ciudadano americano debe ver con preocupación como del sombrero del mago Obama salen toda clase de animales marxista con los cuales nos pretende introducir; contando para ello con la ayuda cómplice de El New York Times, MSNBC, NBC, ABC, CNN y otros muchos medios que cómplices o traidores no comentan sobres los desaciertos y manejos turbios del gran hechicero, solo nos inducen al aplauso y al endiosamiento del mito.
Si comparamos a este gobierno con el de otros países que en el pasado o en el presente tuvieron un origen democrático encontraremos gran similitud con las naciones del Alba, por ejemplo, todos los presidentes han sido electos democráticamente y una vez en el poder han aplicado la poción maravillosa que las sociedades democráticas brindan para convertirse en dictadores electos ante la mirada de las instituciones mundiales que timoratas y vacilantes callan ante el nuevo rostro del totalitarismo Marxista. Sin exagerar podríamos comparar también a este gobierno con el surgimiento de la Alemania Nazi, que transformo en pocos años las leyes para dar nacimiento a uno de los más grandes engendros malvados del siglo XX "El Tercer Reich".
Mañana, el presidente se dirigirá ante ambas cámaras esta vez usando la mascara de medico y filántropo, nos deleitara con su trigésimos quinto discurso en medio año, seguramente escucharemos grandes odas tributos al hechicero presidente, (solo en muy especiales momentos se convoca ambas cámaras en el país) en este caso se ha llamado esta magna reunion para definitivamente convencer a sirios y troyanos de la necesidad de un CAMBIO o sea un cambalache mas, en el sistema de salud, sistema que a la larga o la corta será el gobierno el único proveedor y con este beneficio gubernamental otorgado los americanos daremos un paso mas “agradecidos” hacia la implantación del sistema comunitario al cuan nos lleva el encantador de serpientes, el presidente, sus zares y amigos totalitarios. Una vez concluido este proyecto vendrán más y nuevas ideas, rápidamente otros fundamentales y multimillonarios programas los cuales debilitaran poco pero firmemente las bases del sistema democrático y capitalista.
Ante todo este bien planeado Cambio hacia el Mal, tenemos que despertar como lo estamos haciendo ahora, para evitar que este impecable peón del totalitarismo bolchevique nos lleve a una debacle de inmensas proporciones a nosotros y al resto de la humanidad. Es hora de despertar y combatir desde todas las trincheras al mago del cambalache, la permuta y la metamorfosis. DIAGAMOS NO A EL HECHICERO OBAMA FIRMEMENTE.
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