El concierto de Juanes: Diferentes puntos de análisis.

Por
Jorge Lopez

Llevamos dos meses y algunos días de gran desconcierto en Miami y en otras ciudades importantes donde la presencia de la comunidad cubana tiene un peso específico alto. La sociedad de exiliados (políticos y económicos) se contorsiona y fragmenta, se deshace y regenera cada vez que un evento relacionado con la isla tiene lugar.

Esta vez se trata del famoso Concierto por la Paz, que Juanes y un grupo de cantantes extranjeros y cubanos organizaron en La Habana, al cual acudieron según datos oficiales mas de un millón de ciudadanos, aparentemente de forma espontánea, sin consignas oficiales y sin grandes fanfarrias gubernamentales.

Esta vez, el convocante no fue el partido comunista, ni los octogenarios gobernantes que controlan al país desde hace más de cinco décadas. En esta oportunidad fue un cantante de moda el cual quiso llevar a nuestra Cuba un mensaje para todos los de allá y los de aquí, y aunque oficialmente el motivo del evento fue la paz, pudimos escuchar por parte de los protagonistas gritos de libertad, cambio y unidad de los cubanos, los de fuera y los de adentro.

Es cierto que en esta orilla hubiéramos deseado mas, tal vez muchos allá tuvieron las mismas ansias, pero de alguna forma se ha ensayado un evento inédito, que aunque no tenga mas trascendencia que un poco de música y de pachanga, por lo menos ha sido un acto diferente, que en mi opinión ha puesto al aparato dictatorial a mover su capacidad para lidiar con algo poco común, al cual no se pudieron negar gracias a la inteligencia y tesón de estos artistas.

No creo justo que tengamos que criticar despiadadamente a Juanes, Bose, Olga y otros que fueron a compartir tribuna con Silvio, Formel y Hierba Buena, esa fue la decisión de ellos y como demócratas que no deseamos combatir a nuestros enemigos con las mismas practicas que ellos nos combaten a nosotros, debemos respetar el derecho ajeno, tanto el de Vigilia Mambisa a romper discos, como el Juanes a cantar en La Habana, aunque no compartamos totalmente ninguna de las estrategias de los dos antagónicos grupos.

Mirando a traves de los pocos días que han pasado desde este hecho, creo que fue mas positivo para la causa de la libertad y la democracia que negativo. ¿Por qué?: porque una vez mas los ojos del mundo entraron a Cuba y se pudo constatar por esos ojos que muchos de los problemas que los exilados hemos denunciado: la falta de libertad, las necesidades del pueblo y la represión, son una realidad. Fue una oportunidad más para que en la tribuna mundial se exponga el caso cubano y para que millones de ciudades conozcan de la tiranía y la opresión que los cubanos padecen.

Algunos verán en el concierto un espaldarazo al régimen otros verán todo lo contrario, pero mas allá del clásico debate del vaso medio lleno o medio vacio, lo importante es que la publicidad hecha sobre el Cuba y sus condiciones han demostrado a todos los que medianamente son capaces de ver, que la Cuba de los Castros no es un país normal, ni libre ni democrático.

Ojala, vengan mas conciertos, mas visitas y mas intercambio. Que puedan ir todos (sin exclusiones) y también puedan venir todos, para que el intercambio de ideas nos ayude a abrir la puerta al la patria libre que todos queremos.