Sobre los cubanos
Escrito en Diciembre 17, 2007
por Esencia Hispana
Por el periodista mexicano, Victor Mona
Los cubanos salen de una isla pequeña y se han diseminado por todo el mundo. Uno es profesor en una universidad de Australia; otro, inauguró en Alaska un restaurante. Nada los detiene, ni el frío ni el calor. Los seduce el trópico de la Florida, pero soportan igualmente a pie firme los hielos de Boston y Nueva York…
No mendigan, trabajan. Los que en Cuba eran pobres, aquí son ricos. Los que allá eran medio pelo, aquí son pelo y medio.
Ningún obstáculo detiene su laboriosidad beligerante si la oferta es digna. Uno es rector de la Universidad; otro, maquilla muertos. Cambian, pero solo en la superficie. En Miami siguen jugando la bolita (lotería Prohibida), peleando gallos a escondidas y enviando los hijos a la escuela privada. En Madrid, están contra José Luis Rodríguez Zapatero y en Caracas, contra Hugo Chávez, siempre en la oposición.
Se les critica y se les envidia pero en el fondo se les admira. Gallegos por el trabajo y judíos por la voluntad de sobrevivir, constituyen una legión empecinada que no se deja ignorar. Traen su música calurosa, el ruido de sus tambores, los frijoles negros y el bistec de palomilla con moros y maduros. Pero traen sobre todo la simpatía, la cordialidad y la laboriosidad.
Quienes son? Son los cubanos del destierro, la única población mundial trasplantada, que (salvo los hebreos) en más de un tercio de siglo no han perdido su identidad. Los que admiraban a Cuba desde lejos como ejemplo supremo de pujanza latinoamericana, los que veían a Cuba como un milagro étnico y cultural, donde todo parecía un relajo pero todo funcionaba bien, ya no tienen que ir a Cuba para conocerla. Aquí la tienen dentro de los mismos Estados Unidos. Esta es Cuba. Estos son los cubanos. Exagerados, fanfarrones, ruidosos, sí, pero también intensos, profundamente creadores y buenos amigos.
Y que no han hecho en estos 47 años de destierro los cubanos para poder sobrevivir con dignidad? Cuál actividad manual o intelectual no han ensayado en este o en aquel país, por complicada que pareciera, lo han realizado para no quedarse detrás, para no dejarse discriminar.
En alguna de esas actividades han llegado tan lejos que superan a emigraciones que los precedieron por cerca de medio siglo. No hay hospital en Estados Unidos donde no haya hoy un medico cubano. No hay periódico donde no haya un periodista cubano, ni banco donde no haya un banquero cubano, ni publicitaria donde no haya un publicitario cubano, ni escuela donde no haya un maestro cubano, ni universidad donde no haya un profesor cubano, ni comercio donde no haya un manager cubano.
En las Grandes Ligas del béisbol sus nombres también brillan. En Madrid, el primer poeta latinoamericano es un negro cubano.
En la Coca Cola, Kellog’s, McCormick, Pepsi Cola y tantas otras su dirigente es o fue un cubano. En el Congreso de Washington hay cuatro cubanos, en el Senado federal se sientan dos cubanos, el Ministro de Comercio de E. U. es un cubano, la Viceministro de Salud es una doctora cubana. Caramba, son unos pocos en éste país y llegaron hace muy poco tiempo.
En las tierras prestadas del extranjero parecen llevar siempre en la frente la marca del sitio de donde vienen. Los cubanos llevan a Cuba. La enaltecen y la honran, porque además de en la frente la llevan en el corazón.
Pero hay algo en el desterrado cubano, a mi juicio, superior a esa actividad profesional triunfante, y es su odio al despotismo del que huyen, su amor a la tierra que dejaron. Eso lo separa y lo define. Eso da a sus triunfos en medio del desarraigo, una grandeza que de otro modo no tendría. Por qué, preguntan algunos, no se acaban de quedar tranquilos los exiliados cubanos?
¿Por que no aceptan de una vez que perdieron la batalla? Se han afincado definitivamente en estas tierras hospitalarias que los han acogido y donde viven en lo material muchas veces mejor que como vivían en Cuba.
Los que se preguntan esto, no conocen a los cubanos. El cubano sabe esto. Aun teniéndolo todo, si les falta Cuba, no tienen nada. Quizás por ello han hecho su Cuba aquí. Saben mas todavía que esta prosperidad de que disfrutan, lejos de su isla hambreada y aterrada, es en cierto modo una forma de traición. Por eso, si se le mira bien, se verá que a veces parece que el cubano ríe, pero en realidad esta llorando por dentro.
Le nace el hijo, le crece, se le gradúa en la Universidad, pero el cubano suspira. Ay, si estuviera en mi Cuba! Compra una casa, un auto, o una lancha y sigue suspirando. Ay! Si todo esto lo tuviera en Cuba! De una manera misteriosa, que no puede definir, hay un vinculo con aquello que tira de aquí hacia allá. Ahora que perdió a su país, sabe que no puede vivir sin Cuba, y la sueña de noche, y le agiganta los valores y la embellece y la idealiza, y se culpa de no haberla entendido mejor, y la recrea en sus cantos y bailes, y la revive en sus historias en sus costumbres y en sus comidas.
Por que compran hoy los cubanos mas libros cubanos que nunca? Por que tienen sus casas, sus negocios y sus oficinas llenas de palmas, de banderas, de escudos y de retratos de José Martí? Por qué aunque sean USA citizens SIGUEN SIENDO CUBANOS? Por qué se reúnen en sus municipios formados en el exilio, borrando antiguos antagonismos de partido o clase?
Porque el cubano sabe que lo único auténticamente suyo fue SU CUBA y que a ella quisiera el poder regresar. No les preocupa que le devuelvan la residencia o el negocio, si lo tenían. Lo único que desean es volver a su tierra. La casa donde nació esta destruida, al pueblo se lo han puesto desconocido, la madre ha muerto. Pero no importa. El exiliado cubano quiere de todos modos ir a esa casa, a ese pueblo y a esa tumba. La Patria empieza ahí. En el exilio tropieza, yerra y se equivoca, pero está salvado también porque en el fondo de su ser nunca traicionó a Cuba.
Cuando llegue ese momento muchos volverán, otros no podrán hacerlo, pero las semillas que dejaron donde estuvieron exiliados no los olvidará, perdurarán por siempre y para siempre porque lo hicieron con mucho sacrificio, tenacidad y amor. Y aunque a lo mejor no tendremos la oportunidad de leerlo, muchos escribirán sobre su paso aquí para orgullo de sus descendientes.
7 comments:
Me ha facinado y hasta emocionado lo bien que nos describes tienes mucha razón en todo lo que has dícho,vívo en madrid desde hace solo 10 meses y no te imagínas como extraño cuba,si algun día todo cambiase no dudaría en regrezar allá.gracias por este artículo tan maravilloso.
El artículo sobre los cubanos que publican se llama: "La legión del regreso", y es del finado escritor cubano Agustín Tamargo. Es penoso que encontremos éste artículo en innumerables sitios de Internet con una autoria falsa.Por favor corríga el error. Gracias,
Guaty Marrero
Si, a esos cubanos se les conoce por ser gusanos y reptar recogiendo las migajas que les dan en el imperio. A esos no los necesitamos!
Este articulo es realmente un perfecto retrato de los que hemos tenido que alejarnos de nuestra querida patria. No interesa su autoria tanto como el profundo conocimiento de los sentimientos que anidan en el corazon de los exilados, expresado en el mismo.
Gracias por esta publicacion y sigan adelante sin importar, como dijo El Quijote, que los perros ladren.
El problema reside en que los perros ladran al que no cabalga en este caso, el nombre del autor que aparece en este artículo no es el correcto.
Se ve que a los que no escriben no les importa que se falsifique una autoría. Para los escritores es como quitarles un hijo.
Ladran mucho y se firman anónimos, ¡que cabalgata!
Este magnífico artículo sobre los triunfos de los cubanos exiliados, que salieron de Cuba sin ningún bien y apenas con cuatro o cinco mudas de ropa, describe claramente el porqué se consudera a la inmigración cubana como la que más ha progresado en EEUU a pesar de que no es la más numerosa.
El verdadero nombre de este artículo es «La legión del Regreso» y su VERDADERO AUTOR lo es el periodista CUBANO Agustín Tamargo, fallecido en Miami hace pocos años. El artículo fue publicado originalmente en el periódico El Nuevo Herald de Miami, FL. y reproducido en otras publicaciones y blogs a raiz de la muerte de su autor.
Sin embargo, continúa circulando en emails y blogs no muy serios otorgando la autoría a un periodista mexicano, cuyo nombre no aparece en ningún otro lado. ¿Alguien sabe y me pudiera decir si de verdad existe un periodista mexicano llamado Víctor Mora?
También me gustaría conocer el porqué de esta empecinada repetición de un fraude intelectual, a pesar de las muchas veces que se ha tratado de sobreponer la verdad de su autoría.
No me explico como un blog serio como este, no ha logrado entender que el articulo que publica en esta página tiene autoría falsa.
Es fácil y rápido cambiar el nombre del tal Mota por el del verdadero autor:Agustín Tamargo.
Guaty Marrero
http://cjaronu.wordpress.com/2012/02/11/no-crean-todo-lo-que-vean-o-lean-en-internet/
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