Para recordar: REFLEXIONES SOBRE EL SACERDOCIO Y LA PATRIA

REFLEXIONES SOBRE EL SACERDOCIO Y LA PATRIA

Por: Hugo J. Byrne

Hace doscientos nueve años en La Habana el primero de los forjadores de nuestra nacionalidad,criollo de profunda y serena fe cristiana, Felix Varela y Morales hizo sus estudios para una brillante carrera eclesiástica en la afamado Seminario San Carlos de esa localidad.
En esa institución de enseñanza divina, el joven Varela tuvo la suerte extraordinaria de ser alumno del Presbitero José Agustín Caballero, díscipulo aventajado de la filodofia cristianoartistoteliana de Santo Tomás de Aquino y filósofo reconocido y respetado por su talento propio, impresionó profundamente el intelecto en formación del joven seminarista.

El sacerdote católico cubano exiliado Jorge Queija, en un ensayo valiente y honesto publicado recientemente en el Nuevo Herald y reproducido en "20 de Mayo", pregunta incisivamente:
"¿ Por qué no se quiere irritar al dictador ?" En contraste evidente con otros miembros de la grey católica que confieren a la Jerarquia Eclesiástica licencia única parra dictar la pauta de los fieles, el Padre Queija nos dice: "Si levanto mi voz, no es para disentir de mi Iglesia Católica, sino para hablar de la justicia". A Caballero en su Cátedra en San Carlos, se creó el taller que forjara nuestra nacionalidad, "enseñando a pensar" a gigantes de la talla intelectual de José Antonio Saco y Pepe de la Luz y Caballero.

Su cubanía sublime, aunada a una insobornable honestidad que lo compelía a denunciar los abusos y arbitrariedades de la colonia, le acarreraron la condena de la Jerarquia Eclesiástica Colonial, y, casi simultánemanete, el exilio por el resto de su vida. Varela murió en la Florida en 1853, por mística coincidencia, el mismo año del nacimiento de quien más tarde lograra galvanizar el indomable espíritu cubano en esfuerzo independentista exitoso: José Martí.
En Franco desacuerdo con los que acusan de promover violencia a quienes mantenemos una actitud digna frente a la tiranía, sin parar mientes que es esa tiranía quien mantiene un estado de violencia brutal contra los cubanos por casi 40 años, Queija denuncia: "La Iglesia está pensando sólo en cómo lidiar con la dictadura, sin tomar en cuenta las secuelas que quedarían para las relaciones entre la Iglesia y un gobierno democrático en el futuro. Y con evidencia intelectual agrega: "Esto INEVITABLEMENTE VENDRA y cuando llegue ese momento, los sacerdotes encontraremos muchas dificultades a la hora de analizar las posturas de algunos sacerdotes y obispos que no han tomado una actitud clara y firme frente al gobierno despótico que hoy impera en la Isla."
Como Santo Tomás de Aquino y José Agustín Caballero, Varela sostuvo la superioridad de la experimentación y del razonamiento metódico sobre el conocimiento adquirido de memoria.
Para Félix Varela un intelectual no era coleccionista de conocimientos memorizados y títulos académicos, sino quien fuera capaz de ejercitar la mente con la única herramiente que el Hacerdor nos otorgó para esa función: La razón. Por eso nos encontramos en la vida con campesinos analfabetos que son intelectuales, mientras nos maravillamos de conocer, en el mundo académico, individuos cargados de un bagaje de conocimientos didácticos vastisimos, que no lo son.
¿A quién se refiere el Padre Queija? No solamente al Obispo Céspedes a quien menciona por su nombre, sino evidentemente al Cardenal Ortega Alamino y su subordinado el Obispo Etchegaray, Secretario de Relaciones Exteriores de La Santa Sede, quien públicamente nos ha llamado "CRIMINALES" a los exiliados cubanos que apoyamos el embargo contra Castro.
Por esos merecimientos Varela es siempre recordado en todos los actos sociales y patrióticos de la Iglesia Católica de Cuba. Se recuerda la honestidad intelectual de ese santo varón sabiamente ingnorando a los obispos que lo condenaron, por carecer de ella.
En nuestros tiempos, un obscuro y humilde sacerdote cubano de la Archidiócesis de New York, parafreseando a Don Pepe, "se cubre con la toga viril", denunciando la actitud indefendible de la presente Jerarquía Católica cubana la tiranía castrista.
Este vibrante "Yo Acuso" de este sacerdote cabal, se dá de cachetes con la posición de la Archidiócesis de Miami, quien pidió al gobierno norteamericano la liberación temporal de las restricciones para viajar a Cuba, que las leyes vigentes establecen para defender los derechos conculcados a los cubanos por un tirano que hoy disfruta la complicidad de la Jerarquía Católica de Cuba.
Este humilde pastor de nuestra Diáspora, sin pretensiones ni sofismas pero con fe cristiana, divide con su alegato las aguas turbulentes del sometimiento a la injusticia de una parte y el apetito de poder y la hipocresía de la otra, señalándose la senda honesta del deber cristiano y patriótico que nos lleve a esa TIERRA DE PROMISION que otrora se llamó y que próximamente se llamará de nuevo CUBA LIBRE.
Dios en su arcana e infinita sabiduría hizo innecesario que este cronista respondiera los ataques de cuarto personas que en carta a "20 de Mayo" lo acusaron de insultar a quienes se han aliado con el tirano de detrimento de la libertad de Cuba y de la Fe Católica. El Reverendo Padre Queija lo hizo por mi…
El Padre Queija sabe que el mensaje cristiano de AMOR no entraña SOMETIMIENTO. Sabe que nuestro Redentor no vaciló en usar violencia física contra la CORRUPCION e INMORALIDAD en una sociedad envilecida por un régimen brutal. Sabe que El Maestro llamó SEPULCROS BLANQUEADOS a los jerarcas de la Igelsia de su tiempo, cómplices de tiranos y de proconsules extranjeros, pues sabía que los hombres no se hacen merecedores de respeto por su POSICION ECLESIASTICA, sino por su conducta y acatamiento a la Ley de Dios.
Dios bendiga al Padre Jorge Queija, digno mantenedor de la TRADICION CRISTIANA, CATOLICA Y CUBANA que iniciara para suerte y gloria de Cuba, el Reverendo Padre Félix Varela y Morales hace casi dos siglos.
FINPor: Hugo J. Byrne20 DE MAYOAgosto 27, 1997