Por Juan Cuellar
Miriam Leiva expone en su articulo en el Nuevo Herald una serie de interrogantes a favor de la remesas y los viajes a Cuba utilizando parangones en forma de preguntas y respuestas y como no, adagios tambien. Muy bien, en ingles hay un refran que dice que lo que es bueno para el pato es bueno para la pata, pero eso casi siempre depende del cristal o prisma con el que se mire, y ese es otro refran.
Miriam Leiva pregunta como se sentirian los millones de cubanos dentro de Cuba si dejan de recibir los beneficios de las remesas y los viajes a Cuba al mismo tiempo que se aprueban millones de dolares en apoyo a la disidencia; o sea, un grupo pequeno (la disidencia) recibe fondos mientras que se le niega al resto de la poblacion las remesas de sus familiares que junto a un posible fin de la subvencion de Chavez al regimen cubano, traeria un "Tsunami" de balseros y eso es lo que nuestros congresistas deben estar atentos y evitar por todos los medios.
Este razonamiento carece de sentido real y contradice en esencia lo que la periodista independiente pretende exponer con cifras abultadas. Segun las estadisticas, 400 mil personas estan viajando a Cuba desde que Obama relajara las medidas de Bush sin considerar las repeticiones de viajes que muchos hacen. Hay mas de 1,800 cubanos (nacionales) en Estados Unidos y de acuerdo a estas cifras que expone Leiva, el 31.2% son los que viajan a Cuba: ?Que pasa con el 69.8% que no reciben remesas ni visitas de los Estados Unidos? ?Se han lanzado al mar masivamente como advierte Miria Leiva o se han muerto de hambre como otros concluyen?
Pero aun afirmando que ese millon ochociento mil de cubanos en Estados Unidos viajaran a Cuba, solo estamos hablando del 20% de su poblacion y vuelvo a preguntar: ?Que pasa con el 80% restante? ?Tienen el derecho a continuar sus miserias porque un 20% de sus coterraneos en los Estados Unidos subvencionan a sus familiares?
Es muy facil acusar a quienes se oponen a tal subsidio de ser hijos malos o "descendientes de familiares enrarecidos por el odio familiar y la revancha sin conocer al pais y su pueblo". Se puede decir o afirmar todo lo contrario. Los que subvencionan al regimen en pos de sus familiares, subvencionan la continuidad del hambre y la miseria del resto del pais, en donde la mayoria es la clase mas humilde y discriminada. Eso es un hecho. ?O no fue Orlando Zapata Tamayo, un simple albanil, sin familiares en estados Unidos quien decidio morir de hambre por la libertad de Cuba y lo mato de sed el regimen? ?Se han muerto de hambre, como algunos proclaman, esos cubanos que no tienen familiares en el extranjero (FE, como dicen en Cuba) y no reciben remesas? Claro que no, aunque navegan el hambre y la necesidad que el regimen le ha impuesto con el dinero de sus coterraneos entre otros. Pero cuando alguien dentro de Cuba levanta su voz, se enfrenta y confronta al regimen, lo primero que hacen sus verdugos es expulsarlo de sus trabajos y condenarlo al hambre voraz de las carceles y las golpizas. Esos si merecen nuestra ayuda y todo el mundo lo reconoce.
Es cierto, como dice Leiva, que han pasado 52 anos, pero es incierto afirmar que por ello se desconoce esa Cuba de hoy y por ende, decir: "Sería más provechoso para ellos que procuraran otros medios más honorables para contender por la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado." refieriendose a nuestros legisladores por tener una vision distinta a la de ella. ?Ahora somos deshonorables por oponernos a ayudar a unos pocos a expensa de la sobrevivencia del regimen que lo oprime condenandolos al silencio del miedo de perder esas remesas?
Muy cierto es que de buenas intenciones esta empedrado el camino al infierno; ?pero no dijo Wilde que las preguntas nunca son indiscretas: Las respuestas si?. Se ha preguntado Leiva porque, bajo la administracion de Obama, se demora mas de un ano para darle visa a una madre en Cuba para visitar a su hijo en los Estados Unidos al mismo tiempo que solo demora varios meses para darle permiso de entrada a Silvio y Pablo Milanes?
Los intercambios de Obama, mayormente, son de aqui para alla en cuestiones familiares, ya que bajo la administracion de Bush los permisos de visitas de familiares en Cuba para viajar a los Estados Unidos se demoraba dos o tres meses en ser aprobados. Hoy solamente logran esa rapidez el sequito cultural del castrismo en Cuba.
Yo pertenezco a la generacion de los 60. Mi adolescencia vivio los comienzos de esa roboilusion en su fase mas despiadada, cuando eramos confinados en campos de trabajos forzados, acorralados en los parques, cines, teatros, cafes, heladerias. Cuando la FE estaba prohibido y el hambre rampante asediaba por doquier. Cuando la musica rock era perseguida y los radios de onda corta vigilados por el regimen. Cuando tener el pelo largo que carga hoy Abel Prieto te llevaba directo a la carcel o la golpiza. Cuando cuestionar al regimen, aunque tuvieras trece anos te llevaba al vivac (prision) por dos anos, como fue mi caso. Cuando escapar de ese infierno conllevaba al asesinato impiadoso o una condena de tres anos en los calabosos. Cuando las madres cubanas iban al cementerio San Rafael de Guantanamo a identificar los restos de sus seres queridos tirados en una fosa comun victimas de las minas y los disparos de los guardafronteras que tanto le canto Pablo Milanes. Cuando las madres cubanas perdian a sus hijos fusilados en la Cabana por un asesino extranjero a las ordenes de Castro. Pregunte, en Guantanamo o en Santiago de Cuba, a esa generacion de jovenes perseguidos que hasta desde la Habana llegaban dispuestos a morir baleados, explotados en pedazos por una mina o electrocutados en la Cerca castrista por un regimen del cual nunca fueron sus complices. El escritor Manuel Prieres ha recogido esos testimonios en su libro "Sendero de Rocio y Sal".
Yo tuve que nadar (como perrito, para no hacer bulla y evitar a los asesinos de garitas y lanchas griffins)5 millas por 8 horas para cruzar la bahia y encontrar mi libertad como otros tantos. Vivi en Cuba y la conozco tan bien como usted, porque nada ha cambiado desde entonces. Tan es asi, que aun despues de casi medio siglo de vivir en libertad, la sigo amando con el corazon y la esperanza de que algun dia sabremos elegir entre ayudar al regimen o devolverle, definitavemente, el derecho a vivir libremente a todos sus ciudadanos. El derecho al pan de todos y no de unos pocos. Felix Varela y Jose Marti lo entendieron asi, pero ya ni ellos cuentan.
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