Cualquiera que lea esta nota de Ivet Gonzalez se alegraria tanto de "los cambios" en Cuba que brincaria de alegria y de felicidad que la finca Catalina abastece de leche de cabra a 7 ninos del pueblo intolerantes a la leche en polvo gracias al Drecreto Ley 300 de Raul Castro. La finca Catalina le dieron 26 hectareas y a base de moringa, moreira y maquinas modernas para pienso produce anualmente 51,000 litros de leche con ordenadores mecanicos y le da trabajo a 12 personas, entre ellos 10 familiares. Ademas crian vacas, cerdos y otros animales menores y se lo venden al estado a precios subvencionados y pueden vender el exceso directamente al mercado turistico y domestico (bolsa negra) que apenas llega a ciudades como la Habana. Y aunque todos los ninos en Cuba que son alergicos a la leche de vaca (lease mas en polvo), reciben uan cuota suficiente, no alcanza para los ninos en dieta. Repito, quien lea esta nota no puede, al menos, alegrarse de que los ninos cubanos tengan leche de cabra. Pero que tal si se cuenta de esta manera: Dos ladrones se apoderaron de todas las fincas en Cuba que alimentaban a ricos y a pobres y nunca falto la comida. Para que la trabajasen cojio entre el pueblo a jovenes y los mando a trabajar por la fuerza. A la gente del campo los mando a la ciudad y a los de la ciudad al campo, y asi paso y paso el tiempo y los ladrones se dieron cuenta que ni las vacas daban leche, ni la cana azucar y decidio a reganadiente, darle un poco de tierra a la gente a ver si robaban menos. No pueden vivir ahi, dijo y solo por 10 anos, pero luego, por cuestion de generosidad (digase seguridad) decreto que podian hacerse una vivienda para cuidar sus animales y les dio un contrato adicional por 10 anos. Y los mando a criar cabras y puercos. Y la mujer del Cerro se vuelve loca buscando la leche de cabra para su hijo que cuesta una fortuna y nosotros tenemos que alegrarnos de eso. El perfecto latifundista y ladron.
Ganado caprino, una posible alternativa para Cuba
Por Ivet González, enviada especial
"La cabra es un animal que exige abundante comida y cuidado,
pero su carne y leche son altamente nutritivas", explicó a IPS la veterinaria
Dayamí León, que atiende 512 cabezas caprinas en la finca Carolina, de 26
hectáreas, colindante con esta ciudad de Cienfuegos, a 232 kilómetros al sudeste
de La Habana.
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