Cuenta la Biblia, en Los Hechos de los Apostoles (XIX Ver 24), la historia de Demetrio, un fabricante de templitos de la diosa Diana, quien al ver amenazada su industria por las conversiones masivas a Cristo por el Apostol Pablo, resuelve crear un enorme alboroto convocando a otros que vivian de semejantes labores diciendole: "Amigos, bien sabeis que nuestras ganancias depende de esta industria y veis tambien, y ois como es Pablo, no tanto en Efesio, sino en casi toda el Asia, con sus persuasiones ha hecho mudar a muchas gentes diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos. Por donde, no solo esta profesion nuestra correra peligro de ser desacreditada, sino el templo de la diosa Diana perdera toda su estimacion y la majestad de aquella, a la quien Asia y el mundo entero adora, caera por tierra"
Las gentes se enfurecieron y comenzaron a gritar !Viva la gran Diana de los Efesios! y fueron a buscar a Pablo para matarlo. La ciudad se lleno de confusion y fueron al Teatro donde se reunia por costumbre el pueblo. Pablo queria ir al Teatro para presentarse ante la multitud pero sus discipulos y algunas personalidades del Asia, que eran amigos de Pablo, le rogaron que no fuera. Lo curioso de esta anecdota es que muchos estaban ahi sin saber por que se habian juntado. Como ya habian apresado a los macedonios Gayo y Aristarco, discipulos de Pablo, en el Teatro, tuvo que intervenir el secretario para sosegar a la multitud y le dijo a Demetrio que si tenia alguna acusacion contra ellos lo llevara a los tribunales y al ver que Demetrio no tuvo respuesta le pidio a la gente retirarse.
?Que tiene que ver esta historia con Saladrigas? Bueno, segun la Casa de la Biblia Catolica en la nota aclaratorias (76) de esta historia, por Felix Torres Amat, nos dice al respecto: "Hacer servir la religion a las pasiones o intereses personales, es un abuso contrario al buen orden y la religion misma.... La religion no sirve al interes o torpe granjeria..." y es ahi en donde Saladrigas, al igual que Demetrio, es reo de la granjeria. La Santa Sede tambien.
En su problematico juicio, en la sala del Instituto San Carlos, Saladrigas trata de confundir terminos y propositos, no con palabras firmes como la del secretario en esta historia, sino con la ganancia y utilidad que se obtiene negociando con Demetrio. Lo mismo hace el Sumo Pontifice de la Santa Sede, quien ascede ir al Teatro a darle las manos y la bendicion al agitador de Cuba; si, ese que alboroto al pueblo, quienes enfurecidos en nombre del dios Revolucion pedian !Paredon! a diestra y siniestra cada vez que escuchaban al diestro y siniestro Demetrio de Cuba y muchos sin saber a quienes querian fusilados.
Pero para ello Saladrigas no formula un juicio apodictico, ni asertorico, mas bien dialectico; recurriendo a la union de los cubanos por el bien comun, dividiendo las victimas del victimario. A los que se oponen abiertamente complacer a Demetrio los llama: "Exiliados histericos" y a los que asisten a su ayuda: "Exiliados buenos".
Cuando el des-concierto de Juanes en Cuba, Saladrigas dijo: "El tiempo nos dirá si supimos aprovechar esta preciosa oportunidad con sabiduría o si la aplanadora de Vigilia Mambisa arrasó con nuestra imagen y con nuestro mensaje" y luego agrega: "El régimen siempre ha procurado presentar que él y el pueblo son uno y lo mismo. Y necios del exilio le han hecho eco" Y resulta, y esto debe entenderlo tririos y troyanos del exilio, que el Demetrio de la Biblia "estaba preocupadisimo al ver que muchos que se habian dado al ejercicio de vanas curiosidades hicieron un monton de sus libros y lo quemaron a vista de todos; y valuados, se hallo que montaban a cincuenta mil denarios, o siclo de plata" (Versiculo 19).
Saladrigas, igual que Demetrio, se preocupa mucho por aplanadora de discos, y es que, al igual que Demetrio, le entorpece la venta de templitos que quiere establecer en Cuba, pieza fundamental de su "rompecabezas".
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