Thursday, July 7, 2011

Pablo Milanes declara en Valencia: "Todo el mundo sabe que apoyé la revolución y creo en ella".







Viene cargado de proposiciones. Al menos musicales. Todas ellas las plasmará en un concierto que se celebrará hoy en los Jardines de Viveros. Allí recuperará alguno de sus temas menos conocidos, aunque no faltará quien le pida himnos como «Yo no te pido», «Yolanda» o «Los años mozos». Y él seguramente les concederá ese regalo. 'Regalo' es precisamente el título del último disco que este autor cubano editó en 2008.




-Hace tres años publicó su último disco. Dosifica su talento.
-Estoy en un periodo de redescubrimiento de temas. Tengo 45 discos y de ellos apenas se conoce un 10%. Son cosas que vale la pena descubrir.
-¿Esas son las proposiciones que usted hace?
-Son nuevas proposiciones de un repertorio que estoy recuperando, temas que para el público son desconocidos aunque tengan ya muchos años.
-¿Pesa mucho la responsabilidad de haber creado algunas de las canciones más recordadas de la historia de la música?
-No, lo llevo con una gracia y un orgullo tremendo. Cuando me las piden las canto con un desenfado extraordinario.
-Las Yolandas le deben mucho...
-Al revés, se lo debo yo a ellas todo, gracias a ellas he sido famoso. Me han contado millones de anécdotas fabulosas sobre esa canción.
-Entiendo que no se plantea grabar entonces un nuevo álbum por el momento.
-Ahora no. Me tengo que preparar mucho psicológicamente para meterme en eso.
-¿Tanto desgasta psicológicamente comenzar un trabajo así?
-Claro, hay que pensar cómo encararlo para que tenga coherencia. Y eso no es sencillo.
-El hecho de que sus canciones sean confesionales imagino que también influirá.
-Me confieso con la música sólo en parte. Hay mucha gente que piensa que todo lo que canto son historias mías, pero eso no es así. Salen de la realidad pero no de la mía, quizá de amigos o de conocidos.
-En su último disco hablaba de un autor exitoso que revisa las diferentes etapas de su vida. Creí que era usted.
-Esa historia surgió una noche en Puerto Rico con Serrat. Estábamos aburridos los dos en una fiesta. Nos miramos y decidimos hacer una canción sobre ese tema. Yo cumplí mi parte, no sé si él lo ha hecho.
-¿Es usted nostálgico?
-Sí, de todo. Es lógico y saludable sentir nostalgia por el pasado.
-¿No estanca?
-No, es una forma de hacer recuento y comprobar qué ha sido malo y bueno en tu vida.
-¿Qué aporta España a Milanés?
-La amo, es mi segundo país, es un pueblo de diversas nacionalidades, multicultural, pero con una unidad extraordinaria.
-¿Ha seguido el movimiento 15-M que surgió hace dos meses?
-Por supuesto, era necesario, hay que protestar por lo mal que lo están haciendo todos.
-No es de los que se quedan callados, mantiene su espíritu crítico.
-Por supuesto, nunca me he callado, aunque decir mi opinión me haya causado problemas.
-A veces para ser crítico, hay que ser valiente. Como en Cuba.
-Me considero valiente. Todo el mundo sabe que apoyé la revolución y creo en ella, por ese motivo, estoy legitimado a decir ahora que las cosas van lentas en mi país, se necesitan cambios, que no llegan.
-¿La sombra de Fidel es alargada?
-Él sigue ahí, no ha cedido poder. Pero no podemos cargar las tintas ahora contra él, cuando fuimos nosotros los que le apoyamos. El problema es que nosotros, los cubanos, hemos cambiado y Fidel no.
-¿Y tardaremos en ver cambios en Cuba?
-Se han visto pequeñas acciones, que hace años eran impensables, pero no son suficientes. Mientras que no sucedan cambios contundentes yo seguiré protestando.
-Veo que el que no se ha estancado es usted. ¿Cómo se lleva con las nuevas tecnologías?
-Me llevo bien, pero con ayuda. Yo sólo no me aclararía.
-¿Aprovechará su visita a Valencia para algo?
-No sé, pero conozco esta tierra y me gusta mucho, sobre todo, su dieta, la mediterránea, que va más allá de la paella. Aquí he probado platos deliciosos.
-Hablaba de regalos en su último disco. ¿Cuál le gustaría recibir?
-El mejor regalo sería que la paz llegase al mundo entero.
-Eso es tan utópico...
-Qué quiere que le diga... Sigo siendo el mismo.

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