marzo 22, 2012 – 7:11 am |
Emilio Ichikawa
No sé qué pensaría el propio Padre Varela si supiera que gente bienintencionada trata de encontrar en estos documentos epistolares una prueba de su santidad; huella que certifique la presencia en él, arrasado por la soledad y el encono de la experiencia exiliar, de algo de lo divino. Miren que ir tras eso, cuando en verdad las Cartas a Elpidio son testimonios de un exceso de humanidad, en el más bajo y enaltecedor sentido nietzscheano.
Del Blog de Ichikawa.
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